La bronquitis aguda es un padecimiento bastante común de las ramas bronquiales, ya que por las infecciones virales estas pueden inflamarse, provocando una variada sintomatología en el paciente. Se debe tener el tratamiento adecuado para que no suceda una complicación y los síntomas puedan desaparecer lo más pronto posible.
¿Qué es la bronquitis aguda?
Se entiende como bronquitis aguda a la hinchazón de las ramas del denominado árbol de los bronquios. Este árbol se caracteriza por ser el encargado de trasladar el oxígeno a los pulmones mediante unos tubos. Si estos tubos son infectados, suelen inflamarse originando moco que puede ser bastante líquido o espeso, en su interior, por lo que a los pacientes se les dificulta tener una buena respiración. Suele tener una duración de varias semanas, dependiendo del cuidado puede ser menos, a diferencia de la bronquitis crónica que puede durar más tiempo y reaparecer.
La bronquitis aguda, también se le conoce como tos en el pecho, siendo la inflamación poco duradera de las vías respiratorias de los pulmones, mejor conocidas como árbol bronquial. Entre la sintomatología común se encuentra la tos seca, la tos con moco, sibilancias, difícil respiración, fiebre, y dolencias en el pecho; La infección tiene una duración de dos semanas aproximadamente, aunque puede durar varios días, a diferencia de la tos que puede permanecer por otra semana dependiendo de la severidad de los síntomas, hay casos que han durado seis semanas.
Asimismo, es conocido que en el 95% de los casos, se ocasiona por una infección por virus, los cuales se proliferan por el aire cuando las personas tienen tos o hacen contacto directo con otras (besos, relaciones sexuales). Entre los factores de riesgo principales, se encuentra el tabaquismo, exposición al polvo y otros componentes de contaminación en el ambiente. En la minoría de los casos, se deben por los elevados niveles de contaminación o bacterias como Mycoplasma pneumoniae (que se caracteriza por ocasionar miringitis, una infección de los oídos) o Bordetella pertussis.
Por consiguiente, el diagnóstico usualmente se hace basándose en la sintomatología del paciente, el color de la mucosa expulsada por la tos o nasalmente, no puede determinar si la infección es viral o bacteriana. Se puede confundir por los síntomas parecidos, y puede originar complicaciones con el asma, la neumonía (que se descarta al hacer la radiografía del tórax), la bronquiolitis, bornquiectasias y la EPOC.
Cuando se habla de la prevención, se recomienda no fumar y tratar de no exponerse a otros irritantes en los pulmones, además de tener una buena higiene en las manos. El tratamiento normalmente radica, en el uso de acetaminofen (paracetamol) y AINE para colaborar con la fiebre, además el tratamiento de la tos con el remedio, solo es para mayores de seis años, el salbutamol es de bastante ayuda en adultos con sibilancias y en los infantes no suele funcionar, por la tos aguda que hace que las vías respiratorias no funcionen por obstrucción.
No obstante, como efectos secundarios puede generar nerviosismo, temblores y a largo plazo la enfermedad de parkinson. No se recomienda el uso de antibióticos, a menos que se desarrolle tos ferina, el tratamiento se acompaña de miel o pelargonio para mejorar la sintomatología. La bronquitis aguda es una patología bastante común, alrededor del 5% de los adultos son perjudicados por años, y los niños un 6% presentan episodios. En Norteamérica, más de 9 millones de personas, acuden al médico por esta afección, suelen recetarse medicamentos como la penicilina que no son necesarios.
En la bronquitis aguda, las células que recubren los bronquios se infectan. La infección generalmente comienza en la nariz o la garganta y viaja a los bronquios. Cuando el cuerpo trata de combatir la infección, hace que los bronquios se hinchen, generando la tos. A veces es una tos seca, pero a menudo expectorará moco (esputo). La inflamación también causa que haya menos aire para moverse a través de los bronquios, lo que puede causar sibilancias, opresión en el pecho y dificultad para respirar.
Eventualmente, el sistema inmune combate la infección. La bronquitis aguda generalmente dura de 3 a 10 días. Sin embargo, la producción de tos y moco (esputo) puede durar varias semanas después de que la infección se haya aclarado. Es posible que las personas con sistemas inmunológicos debilitados u otros problemas de salud importantes desarrollen problemas graves, como se menciona anteriormente, como neumonía o insuficiencia respiratoria. En general, aquellos que desarrollan problemas importantes de bronquitis aguda son:
- Los ancianos
- Niños pequeños
- Personas con otras condiciones de salud importantes, como cáncer o diabetes
- Las personas que no han sido vacunadas contra la gripe, la neumonía y la tos ferina.
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Fisiopatología
A veces, cuando una persona sufre de URI (infección respiratoria alta), la inflamación llega a los bronquios, causando una inflamación aguda de los bronquios, y el resultado es una bronquitis. En algunos casos, los alérgenos y los contaminantes también pueden causar una inflamación similar. En raras ocasiones se presenta, en adultos sanos, y más a menudo en adultos inmunocomprometidos o en una población en riesgo, esta inflamación puede deberse a un patógeno bacteriano.
Un paciente con bronquitis aguda se presenta con tos productiva, malestar general, dificultad para respirar y sibilancias. Por lo general, su tos es clara o amarillenta, aunque a veces puede ser purulenta. Los síntomas pueden haber sido precedidos por síntomas de URI de secreción nasal, dolor de garganta, fiebre y malestar general. También puede haber fiebre de bajo grado, además de que tener fiebre alta en el contexto de una bronquitis aguda es inusual.
En el examen físico, los pulmones pueden tener sibilancias y presentar ronquidos. La taquicardia puede estar presente reflejando fiebre y deshidratación secundaria a la enfermedad viral. El resto de los sistemas normalmente están dentro de los límites normales.
¿Cuáles son las causas?
Generalmente, los virus son los que ocasionan la bronquitis aguda, ya que perjudican el recubrimiento de las vías respiratorias, originando inflamación, estos virus que causan resfriados pueden provocar la bronquitis aguda. Las infecciones virales hacen que el virus se contraiga al respirar o a tener contacto directo entre las personas. Cada vez el sistema inmune protege al cuerpo de estas infecciones, ocasiona inflamación en los bronquios produciendo moco, a los anticuerpos les toma tiempo erradicar los virus y sanar el cuerpo por completo.
No obstante, también existen causas que son menos comunes, como las bacterias o las infecciones micóticas. Al igual que ciertos irritantes de los bronquios, como el humo de tabaco o cigarrillo y el polvo, que pueden ocasionar la bronquitis agudas. Las personas que fuman con constancia, suelen estar más propensas a padecer de la bronquitis aguda. Si se sufre de reflujo gástrico (por consiguiente de estenosis esófagica o de gastritis crónica), que se conoce mejor como acidez estomacal, se puede padecer de bronquitis aguda, cuando el ácido se traslada a los bronquios.
La bronquitis aguda puede ser originada por agentes patógenos bastante contagiosos, suelen ser virus. Entre los más comunes, se encuentran los rinovirus, virus de la influeza y el virus sincitial respiratorio. Las bacterias no suelen tener tanta frecuencia, pero pueden ser Mycoplasma pneumoniae, Chlamydophila pneumoniae, Bordetella pertussis, Streptococcus pneumoniae y Haemophilus influenzae.
El daño originado por la inflamación de los bronquios, radica en la hinchazón y dirige a la prolongación de neutrófilos al tejido celular de los pulmones, los cuales liberan una sustancia denominada mucosa hipersecretada. La obstrucción de los conductos, es originada por otro tipo de células en las vías respiratorias, pero se ve normalmente en la bronquitis crónica.
Epidemiología
Asimismo, en la mayoría de patologías de infecciones producidas por virus, en la parte superior del tracto de respiración, la bronquitis aguda suele manifestarse cuando hay temporadas de gripe en el mundo. En América del Norte y Europa se presenta de manera usual en temporadas de otoño o invierno, al igual que las diferentes complicaciones de la vías respiratorias superiores. Los agentes patógenos son los mencionados anteriormente, mejor conocido como virus.
Normalmente, los pacientes con historia de tabaquismo, exposición a lugares con alta contaminación, hacinamiento o que padezcan de asma, son más propensos al menos de un 70% de padecer bronquitis aguda. En ciertas personas, la bronquitis puede provocarse por algún tipo de alérgeno, como el polen, algún perfume o vapor. Si la infección es provocada por bacterias, suele haber complicación y se provoca una neumonía adquirida, siendo los responsables el Streptococcus pneumonia y Staphylococcus aureus.
¿Cuáles son sus síntomas?
Los síntomas más comunes de la bronquitis aguda son:
- Tos con moco con pigmentación amarillenta o verde.
- Mocos y congestión nasal que comienzan unos días antes de la congestión del pecho.
- Fatiga y cansancio.
- Dolor en las costillas debido a períodos prolongados de tos.
- Debilidad.
- Sibilancias o un silbido al respirar.
Diagnóstico
Los profesionales de la salud diagnostican la bronquitis aguda haciendo preguntas a los pacientes sobre los síntomas y haciendo un examen físico. Raramente ordenan pruebas adicionales para diagnosticar una bronquitis aguda. Si tiene o recientemente tuvo fiebre, su médico podría ordenarle una radiografía de tórax para descartar una neumonía, examen físico, y posiblemente una radiografía si ha tenido fiebre , además se le recomendará descansar y tomar muchos líquidos.
Por lo general, en la bronquitis aguda el diagnóstico clínico basado en la historia, los antecedentes médicos, el examen de los pulmones y otros hallazgos físicos. La saturación de oxígeno juega un papel importante al juzgar la gravedad de la enfermedad junto con la frecuencia del pulso, la temperatura y la frecuencia respiratoria. En casos más graves, se puede justificar una evaluación más detallada de la función pulmonar, incluida la prueba de volumen espiratorio forzado.
En casos de bronquitis aguda, no hay un hallazgo definitivo de radiografía de tórax, y generalmente se lee como normal, a veces puede reflejar cambios en la enfermedad reactiva de las vías respiratorias. Sin embargo, los infiltrados no se ven.
El hemograma completo y la química pueden ordenarse como tratamiento para la fiebre. El recuento de glóbulos blancos puede estar levemente elevado en algunos casos de bronquitis aguda, ya que la química sanguínea puede reflejar cambios de deshidratación.
Si hay tos persistente e hipoxia (pudiendo ocasionar hipoxia cerebral) y la historia no apunta hacia una enfermedad viral o una enfermedad reactiva de las vías respiratorias, entonces se deben considerar otras patologías como la embolia pulmonar.
Bronquitis aguda en niños
La bronquitis aguda es un padecimiento producido por la inflamación de la tráquea, los bronquios y los bronquiolos. En los niños, la bronquitis usualmente ocurre en asociación con una infección viral del tracto respiratorio y rara vez es una infección bacteriana primaria en niños sanos.
Los síntomas de la bronquitis aguda normalmente presenta tos productiva y, a veces, dolor retroesternal durante la respiración profunda o la tos. En general, el curso clínico de la bronquitis aguda es autolimitado, con una cicatrización completa y un retorno completo a la función que se observa típicamente dentro de los 10 a 14 días posteriores al inicio de los síntomas
Los analgésicos y antipiréticos se enfocan en los síntomas de la bronquitis pediátrica. En casos crónicos, se debe considerar la terapia broncodilatadora. Los corticoesteroides orales deben agregarse si la tos continúa y los hallazgos en la historia y el examen físico sugieren una forma de bronquitis sibilante.
Fisiopatología
La bronquitis aguda produce tos seca y genera flema, que usualmente prosigue a un padecimiento de los pulmones. Esto es ocasionado como una respuesta de inflamación membranal de las mucosas, que se encuentran en el interior de los conductos bronquiales de los pulmones, por que los virus son los encargados de generar todo este tipo de infecciones en la anatomía humana.
En los niños, la bronquitis crónica sigue una respuesta endógena (por ejemplo, inflamación excesiva inducida por virus) a una lesión aguda de las vías respiratorias o una exposición continua a ciertos agentes ambientales nocivos ( alérgenos o irritantes). Una vía respiratoria que se somete a tal irritante responde rápidamente con broncoespasmo y tos, seguido de inflamación, edema pulmonar y producción de moco. Esto ayuda a explicar el hecho de que la aparente bronquitis aguda o crónica en los niños a menudo es realmente asma.
El aclaramiento mucociliar es un importante mecanismo de defensa innato primario que protege los pulmones de los efectos nocivos de contaminantes inhalados, alérgenos y patógenos. La disfunción mucociliar es una característica común de las enfermedades crónicas de las vías respiratorias. El aparato mucociliar consta de 3 compartimentos funcionales: los cilios, una capa protectora de moco y una capa de líquido de superficie de las vías respiratorias (ASL), que trabajan en conjunto para eliminar las partículas inhaladas del pulmón.
Los datos de estudios en animales han identificado un papel crítico para la deshidratación de ASL en la patogénesis de la disfunción mucociliar y la enfermedad crónica de las vías respiratorias. El agotamiento de ASL dió como resultado una eliminación de moco reducida y signos histológicos de enfermedad crónica de las vías respiratorias, que incluyen obstrucción mucosa, hiperplasia de células caliciformes e infiltración crónica de células inflamatorias. Los animales de estudio experimentaron un aclaramiento bacteriano reducido y una alta mortalidad pulmonar como resultado.
El papel de la exposición irritante, en particular el humo del cigarrillo y las partículas suspendidas en el aire, en la bronquitis recurrente (sibilante) y el asma es cada vez más evidente. Se demostró en un estudio que el fenotipo de transporte iónico de las células epiteliales bronquiales humanas normales expuestas al extracto de humo de cigarrillo es similar al epitelio de fibrosis quística, en el que el sodio se absorbe de forma desproporcionada a la secreción de cloruro en el contexto de una mayor producción de moco. Estos hallazgos sugieren que los efectos negativos del humo del cigarrillo sobre el aclaramiento mucociliar pueden estar mediados por alteraciones en el transporte iónico.
De igual manera, se demostró que las partículas suspendidas en el aire de dióxido de carbono y nitrógeno orgánico se asociaron con los síntomas crónicos de bronquitis en niños con asma en ciertos lugares. Una patología crónica o recurrente al epitelio de la vía aérea, como la aspiración recurrente o la infección vírica repetida, puede contribuir a la bronquitis crónica en la infancia. Después del daño en el revestimiento de las vías respiratorias, puede producirse una infección crónica con organismos de las vías respiratorias comúnmente aislados.
La bacteria más común que causa infecciones del tracto respiratorio inferior en niños de todas las edades es Streptococcus pneumoniae. Haemophilus influenzae no tipificable y Moraxella catarrhalis pueden ser patógenos significativos en niños en edad preescolar (en menos de 5 años), mientras que Mycoplasma pneumoniae puede ser radicales en infantes en edad escolar (edades 6-18 años).
Los niños con traqueostomías a menudo se colonizan con una variedad de flora, que incluye estreptococos alfa-hemolíticos y estreptococos gamma-hemolíticos. Con las exacerbaciones agudas de la traqueobronquitis en estos pacientes, la flora patógena puede incluir Pseudomonas aeruginosa y Staphylococcus aureus (incluidas cepas resistentes a la meticilina), entre otros patógenos. Los niños predispuestos a la aspiración orofaríngea, particularmente aquellos con mecanismos de protección de las vías respiratorias comprometidos, pueden infectarse con cepas anaeróbicas orales de estreptococos
Etiología
La bronquitis aguda generalmente es causada por infecciones respiratorias; aproximadamente el 90% son de origen viral y el 10% son bacterianas. A diferencia de la bronquitis crónica que puede ser causada por ataques repetidos de bronquitis aguda, que pueden debilitar e irritar las vías respiratorias bronquiales con el tiempo, lo que eventualmente puede resultar en bronquitis crónica. La contaminación industrial también es una causa común; sin embargo, el principal culpable es la fuerte exposición al humo del cigarrillo a largo plazo.
Las infecciones virales incluyen lo siguiente:
- Adenovirus
- Influenza
- Parainfluenza
- Virus sincitial respiratorio
- Rhinovirus
- Bocavirus humano
- Coxsackievirus
- Virus herpes simplex
La infección bacteriana secundaria como parte de una infección aguda del tracto respiratorio superior es extremadamente rara en pacientes no expuestos al humo sin fibrosis quística o inmunodeficiencia, pero puede incluir los siguientes:
- S. pneumoniae
- M. catarrhalis
- H. influenzae (no tipificable)
- Chlamydia pneumoniae (agente respiratorio agudo de Taiwán )
- Mycoplasma
Los contaminantes del aire, como los que se producen al fumar y al humo de segunda mano, también causan bronquiolitis incidentes. Por lo que se ha demostrado, que la exposición al humo de tabaco en el útero y en el hogar postnatal está fuertemente relacionada con el asma y la bronquitis recurrente en los niños.
Un estudio sugirió que dos polimorfismos de un solo nucleótido (rs2228001 y rs2733532) en el gen de reparación del ADN XPC están relacionados con la inducción de la bronquitis por la contaminación del aire en niños de 2 años o menos, con los dos polimorfismos que interactúan específicamente con material particulado de menos de 2.5 μm.
Otras causas incluyen las siguientes:
- Alergias
- Aspiración crónica o reflujo gastroesofágico
- Infección micótica (Un ejemplo de esto puede ser la otomicosis, si los hongos se proliferan a otras partes del cuerpo).
Bronquitis plástica
Se define como bronquitis plástica a una forma poco común pero bastante degeneradora de la enfermedad de los bronquios que suele obstruir. La patología está caracterizada por producir algún tipo de »cilindros» gruesos y de poco tamaño en los bronquios, en alrededor de toda su longitud, por lo que se genera obstrucción en las vías respiratorias.
Los pacientes con cardiopatía congénita que se han sometido a una operación de Fontan son un grupo con alto riesgo de desarrollar este problema, por razones desconocidas, en algunos casos, la bronquitis plástica aparece muchos años después de que se realiza el procedimiento de Fontan. Se describen en ciertos estudios los casos que ocurren en el período postoperatorio inmediato después de un procedimiento de Fontan, estos pacientes fueron manejados con éxito con períodos cortos de ventilación de jet de alta frecuencia y aseo pulmonar vigoroso.
Las terapias incluyen desbridamiento endoscópico de las vías respiratorias, inodoro pulmonar vigoroso y activador de plasminógeno tisular en forma de aerosol. Se han realizado las ligaduras del conducto torácico, lo que resultó en la resolución completa de la formación de cilindros en 2 pacientes con bronquitis plástica refractaria al tratamiento médico. Estos resultados sugieren que las presiones linfáticas intratorácicas altas están relacionadas con el desarrollo de los cilindros bronquiales recurrentes observados en este trastorno.
Los datos recopilados del Resumen de la Encuesta Nacional de Atención Ambulatoria de 1991 mostraron que 2,774,000 visitas al consultorio de niños menores de 15 años resultaron en un diagnóstico de bronquitis. Aunque el informe no separó los diagnósticos en bronquitis aguda y crónica, la frecuencia de visitas hizo que la bronquitis fuera apenas un poco menos común que la otitis media y un poco más común que el asma. Sin embargo, en los niños, el asma a menudo es infradiagnosticado y con frecuencia se diagnostica erróneamente como bronquitis crónica o recurrente. Desde 1996, 9-14 millones de estadounidenses han sido diagnosticados con bronquitis crónica anualmente.
La bronquitis, tanto aguda como crónica, prevalece en todo el mundo y es una de las 5 razones principales para las visitas de médicos de la niñez en los países que rastrean dichos datos. La incidencia de bronquitis en escolares británicos es del 20,7%.
Algunos médicos notaron un aumento general en la hospitalización por infección del tracto respiratorio inferior (laringotraqueobronquitis, bronquitis, bronquitis sibilante, bronquiolitis, bronconeumonía, neumonía) entre los niños alemanes desde 1996 hasta 2000; esto es consistente con observaciones entre niños de los Estados Unidos, el Reino Unido y Suecia. La tasa de incidencia de bronquitis en niños en esta cohorte alemana fue del 28%.
A diferencia de otro que indicó que como resultado de las mejoras en la calidad del aire ambiente en el sur de California, los síntomas bronquíticos disminuyeron en los niños de esa región entre 1993 y 2012. Se han identificado diferencias en las prevalencias de población en pacientes con bronquitis crónica. Por ejemplo, debido a la asociación de la bronquitis crónica con el asma y la concentración de factores de riesgo de asma entre las poblaciones del centro de la ciudad, este grupo de población tiene un mayor riesgo.
La incidencia de bronquitis aguda es igual en hombres y mujeres. La incidencia de bronquitis crónica es difícil de establecer precisamente debido a la falta de criterios diagnósticos definitivos y la considerable superposición con el asma. Sin embargo, en los últimos años, se ha informado que la prevalencia de la bronquitis crónica es consistentemente más alta en las mujeres que en los hombres.
La bronquitis aguda (típicamente sibilante) ocurre con mayor frecuencia en niños menores de 2 años, y se observa otro pico en niños de 9 a 15 años. La bronquitis crónica afecta a personas de todas las edades, pero es más prevalente en personas mayores de 45 años.
Pronóstico
La bronquitis aguda es casi siempre un proceso autolimitado en un niño sano. Sin embargo, con frecuencia resulta en ausentismo escolar y, en pacientes mayores, trabajo. La bronquitis crónica es manejable con el tratamiento adecuado y la evitación de desencadenantes conocidos (humo de tabaco).
El manejo adecuado de cualquier proceso de enfermedad subyacente, como asma, fibrosis quística, inmunodeficiencia, insuficiencia cardíaca, bronquiectasias o tuberculosis, también es clave. Estos pacientes necesitan una monitorización periódica cuidadosa para minimizar el daño pulmonar y la progresión a la enfermedad pulmonar crónica irreversible.
Para una relación costo-efectividad máxima, las pruebas diagnósticas de laboratorio para la bronquitis se deben realizar paso a paso. Los pacientes con enfermedad respiratoria aguda no complicada que son atendidos en un entorno ambulatorio necesitan poca o ninguna evaluación de laboratorio.
Se debe considerar en el diagnóstico de bronquitis en pacientes pediátricos lo siguiente:
- Cuerpo extraño retenido
- Alergia broncopulmonar
- Inmunosupresión
La bronquitis crónica a menudo es parte de un proceso de enfermedad subyacente, como asma, fibrosis quística, síndrome de cilios discinéticos, aspiración de objetos extraños o exposición a un irritante de las vías respiratorias. La traqueobronquitis recurrente, también se puede observar en pacientes con traqueostomía o con ciertas formas de inmunodeficiencia. En todos estos grupos de pacientes, la bronquitis crónica no debe ser el diagnóstico principal, ya que no describe la patología del trastorno subyacente.
Pruebas en niños hospitalizados
Para niños hospitalizados, la detección de proteína C reactiva en suero, cultivo respiratorio, estudios de diagnóstico rápido y pruebas de suero de aglutinina fría (a la edad apropiada) ayudan a clasificar si la infección es causada por bacterias, patógenos atípicos (como la Chlamydia pneumoniae o Mycoplasma pneumoniae ) o virus. Se recomienda hacer un cultivo de sangre o esputo si se está considerando la terapia con antibióticos.
Para el niño admitido en el hospital con una posible infección por clamidia, micoplasma o viral del tracto respiratorio inferior para la cual se considera terapia específica, se prueban secreciones nasofaríngeas para estos patógenos, utilizando antígenos o pruebas de reacción en cadena de la polimerasa para especies de Chlamydia y sincitial respiratorio, parainfluenza, y virus de influenza o cultivo viral. Los resultados guiarán la selección antimicrobiana apropiada.
Si el niño ha sido intubado, recolecte una muestra de secreciones respiratorias profundas para la tinción de Gram, ensayos de antígenos clamidiales y virales y cultivos bacterianos y virales.
Prueba de asma
Una respuesta clínica a los corticosteroides orales de dosis altas diarios puede considerarse como un ensayo diagnóstico y terapéutico para confirmar el asma. La evidencia de obstrucción reversible del flujo de aire revelada por la prueba de la función pulmonar confirma el diagnóstico de asma.
Pruebas de fibrosis quística
Se están usando pruebas para el tripsinógeno inmunorreactivo (IRT) junto con los análisis mutacionales del receptor transmembrana de la fibrosis quística (CFTR) en los programas de detección de recién nacidos. En los recién nacidos con resultados positivos, se requieren pruebas de sudor para diagnosticar o descartar la fibrosis quística.
En los Estados Unidos, el análisis de cloruro de sudor con iontoforesis de pilocarpina generalmente se realiza en centros de fibrosis quística pediátricos acreditados o afiliados. Según las recomendaciones de la US Cystic Fibrosis Foundation (CFF) y la European Cystic Fibrosis Society (ECFS), los resultados de cloruro de sudor en bebés de 6 meses o menos se clasifican como normales (niveles de cloruro menor o igual 29 mmol / L), anormales (niveles de cloruro menores a 60 mmol / L), o intermedio-equívoco (niveles de cloruro 30-59 mmol / L). Si los resultados caen dentro del rango de diagnóstico intermedio- equívoco, el CFF recomienda repetir la prueba de sudor en 2 meses.
Las pruebas adicionales pueden incluir un análisis completo de CFTR, evaluación de elastasa fecal y cultivos pulmonares. Aunque la sensibilidad del examen de detección neonatal es alta, también se pueden realizar pruebas de cloruro de sudor en bebés o niños con infección respiratoria recurrente, diarrea crónica o retraso del crecimiento que tuvieron resultados negativos en el cribado neonatal de la fibrosis quística.
Pruebas de inmunodeficiencia
Para los niños en quienes se sospecha inmunodeficiencia, se recomienda la medición de las inmunoglobulinas séricas totales, las subclases de inmunoglobulina G (IgG) y la producción específica de anticuerpos para establecer el diagnóstico.
Radiografía de tórax
La radiografía de tórax generalmente no está garantizada, pero, si se obtiene, parece normal en la mayoría de los pacientes con bronquitis no complicada. Los hallazgos anormales son mínimos y pueden incluir atelectasia, hiperinflación y engrosamiento peribronquial.
La consolidación focal no suele estar presente. Estos hallazgos son similares a los hallazgos radiográficos en pacientes con asma. Los hallazgos radiográficos pueden ayudar a excluir otras enfermedades o complicaciones, particularmente cuando hay anormalidades en los signos vitales o en los hallazgos de oximetría de pulso.
Pruebas de función pulmonar
Las pruebas de función pulmonar pueden mostrar una obstrucción del flujo de aire reversible con broncodilatadores. La provocación bronquial, como el ejercicio o la exposición a histamina o metacolina, puede demostrar la hiperreactividad de las vías respiratorias característica del asma.
Broncoscopia
En la fibrobroncoscopia, se sugiere un diagnóstico de bronquitis crónica si las vías respiratorias aparecen eritematosas y friables. El lavado broncoalveolar puede ser útil para establecer una causa infecciosa. El lavado broncoalveolar puede revelar numerosas células inflamatorias monocíticas o polimorfonucleares, en niños con aspiración crónica de contenido gástrico, los lípidos pueden estar presentes dentro de los macrófagos.
Consideraciones de enfoque
La atención de emergencia para la bronquitis aguda o la exacerbación de la bronquitis crónica debe enfocarse en asegurar que el niño tenga la oxigenación adecuada. La atención ambulatoria es apropiada a menos que la bronquitis se complique con una enfermedad subyacente grave y las medidas generales incluyen descanso, uso de antipiréticos, hidratación adecuada y evitación del humo.
El cuidado adecuado de cualquier trastorno subyacente es de suma importancia, además reconocimiento del papel del asma y la institución de terapias apropiadas son clave para el tratamiento exitoso de muchos pacientes. Los pacientes febriles deben aumentar la ingesta de líquidos orales. Indique al paciente que descanse hasta que la fiebre disminuya.
La resolución de los síntomas, los hallazgos normales en el examen físico y los resultados de las pruebas de función pulmonar normal indican el final de la necesidad de tratamiento agudo. Los pacientes en quienes se diagnostica el asma probablemente requerirán terapia continua para esa enfermedad.
Las personas con hipogammaglobulinemia definida pueden necesitar tratamientos de reemplazo de inmunoglobulina periódicos. Estos se coordinan mejor con la asistencia de un especialista en alergia, pulmonía o neumonía pediátrica.
Terapia farmacológica
En individuos sanos, el uso de antibióticos no ha demostrado beneficio alguno consistente para reducir los síntomas o mejorar la historia natural de la bronquitis aguda. Los estudios controlados con placebo que usan doxiciclina, eritromicina y trimetoprim-sulfametoxazol no han demostrado beneficio significativo en pacientes con bronquitis aguda.
En un estudio de patrones de prescripción de antibióticos, un estudio de cohortes retrospectivo de pacientes con DE 2001-2010, utilizando datos de la Encuesta Nacional de Atención Médica Ambulatoria del Hospital (NHAMCS), encontró tasas más bajas de prescripciones de antibióticos en pacientes pediátricos con tasas estables que entre pacientes adulto. Este estudio destaca el creciente reconocimiento del papel limitado de los antibióticos en pacientes pediátricos tratados por bronquitis aguda e infecciones agudas del tracto respiratorio relacionadas.
Un estudio que tuvo como objetivo determinar las tasas de prevalencia bacteriana de 5 infecciones infantiles comunes en el tracto respiratorio infantil descubrió que en los Estados Unidos, los antibióticos se prescriben casi dos veces más de lo esperado a pacientes ambulatorios de 18 años o menos. Una carta de investigación informó que los médicos prescriben antibióticos a los adultos para la bronquitis aguda a tasas entre 60% y 80%, a pesar de las directrices y los esfuerzos educativos que dicen que la tasa debe ser cero.
La terapia médica generalmente apunta a los síntomas e incluye el uso de analgésicos y antipiréticos. Los antitusivos y los expectorantes a menudo se prescriben pero no se ha demostrado que sean útiles. Pocos datos fuera del laboratorio de investigación respaldan la eficacia de los expectorantes.
El prototipo de antitusivo, la codeína, ha tenido éxito en algunos modelos de tos crónica y tos inducida, pero pocos datos clínicos abordan su uso en la bronquitis aguda. Los datos disponibles sugieren pocos beneficios. Los datos muestran que la codeína es poco o nada mejor que la guaifenesina o el dextrometorfano en la supresión de la tos.
Los estudios preliminares sugieren un posible papel para EPs 7630, una preparación de hierbas medicinales derivadas de raíces de Pelargonium sidoides, en el tratamiento de pacientes pediátricos (1-18 años) con bronquitis aguda fuera de la indicación estricta de antibióticos. Al igual que demostraron puntuaciones de síntomas de severidad de bronquitis reducidas en pacientes tratados con EPs 7630, con buena tolerabilidad general.
Los broncodilatadores no han demostrado eficacia en algunos estudios en adultos de bronquitis aguda. Sin embargo, una prueba de albuterol inhalado puede valer la pena, ya que puede proporcionar un alivio significativo de los síntomas para muchos pacientes pediátricos.
Bronquitis crónica
Los antibióticos no deberían ser la terapia primaria. Por lo general, no resultan en una cura y pueden retrasar el inicio de terapias de asma más apropiadas. Sin embargo, los antibióticos pueden ser apropiados en niños con tos crónica y síntomas que persisten más allá de 2-4 semanas, la mayoría de los cuales tienen una bronquitis bacteriana prolongada.
La terapia broncodilatadora debe ser considerada e instituida; un agonista beta-adrenérgico, como albuterol o terbutalina puede ser eficaz. Otros análisis han demostrado que los broncodilatadores indicados por inhaladores de dosis medidas con objeto espaciador son, o en algunos casos son más efectivos, en todos los grupos de edad que los broncodilatadores nebulizados.
En el niño que continúa tosiendo a pesar de un ensayo de broncodilatadores y en el que la historia y el examen físico sugieren una forma de bronquitis sibilante, se deben agregar corticosteroides. Los cursos cortos de dexametasona (1-2 programas de dosis) han demostrado ser tan efectivos como los cursos más largos (5 d) de prednisolona.
Esto fue preferido por los cuidadores probablemente debido a la menor necesidad de administrar medicamentos y una menor incidencia de vómitos. Los cursos «intensivos» de corticosteroides inhalados también pueden ser efectivos para algunos pacientes.
Si la respuesta a las terapias iniciales es subóptima o si la fiebre persiste, se puede considerar la administración de antibióticos con un agente como un antimicrobiano y macrólido resistente a las betalactamasas. Ciertos antibióticos, incluidos los macrólidos y las fluoroquinolonas, tienen el potencial de prolongar el intervalo QT y en los estudios se han asociado con un mayor riesgo de arritmias letales.
Estudios posteriores han demostrado que no hay riesgo adicional de eventos cardiovasculares adversos entre los adultos jóvenes y de mediana edad que toman azitromicina y que no tienen factores de riesgo cardiovascular. Debido a posibles preocupaciones, la Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU. (FDA) actualizó su advertencia de azitromicina con información relacionada con el riesgo de prolongación del intervalo QT y torsades de pointes, una anormalidad del ritmo cardíaco rara y específica.
Se debe tener cuidado al considerar estos medicamentos, particularmente en pacientes con formas congénitas o adquiridas de síndrome de QT largo, formas de cardiopatía congénita o adquirida, pacientes con bradiarritmias, hipocalemia, hipocalcemia o hipomagnesemia y aquellos que toman otros medicamentos que se sabe están asociados con Prolongación de QTc Giudicessi y Ackerman (en el año 2013) que proporcionan una tabla de factores a considerar al evaluar este riesgo.
En la bronquitis aguda, la terapia médica generalmente apunta a los síntomas e incluye el uso de analgésicos y antipiréticos. En el niño que continúa tosiendo a pesar de un ensayo de broncodilatadores y en el que la historia y los hallazgos del examen físico sugieren una forma de bronquitis sibilante, se deben agregar corticosteroides orales.
Si la respuesta es subóptima o si la fiebre persiste, se puede considerar la administración de antibióticos con un agente como un macrólido o un antimicrobiano resistente a beta-lactamasa. Los antibióticos no deberían ser la terapia primaria. Por lo general, no resultan en una cura y pueden retrasar el inicio de terapias de asma más apropiadas.
Corticosteroides sistémicos
Estos agentes se usan en cursos cortos (3-10 días) para obtener un control rápido de los episodios de asma aguda controlados de manera inadecuada. Los corticosteroides sistémicos también se usan para la prevención a largo plazo de los síntomas en el asma persistente grave, así como para la supresión, el control y la reversión de la inflamación. El uso frecuente y repetitivo de agonistas beta2 se ha asociado con la subsensibilidad al receptor beta2 y la baja regulación; estos procesos se revierten con corticosteroides.
Las dosis más altas de corticosteroides no tienen ningún beneficio en las exacerbaciones graves del asma, y la administración intravenosa no tiene ninguna ventaja sobre la terapia en la boca, siempre que no se modifique la duración de tránsito o la absorción del tracto GI.
El régimen habitual es continuar la dosificación diaria múltiple frecuente hasta que el volumen espiratorio forzado en 1 segundo (FEV1) o el flujo espiratorio máximo (mejor conocido como PEF) sea el 50% de los mejores valores predichos o personales; luego, la dosis se cambia a dos veces al día. Esto generalmente ocurre dentro de las 48 horas.
Antivirales
La vacunación es la manera de prevención más importante para la influenza; las vacunas ofrecen cobertura para la gripe A y B y, por lo tanto, proporcionan una mayor protección contra la bronquitis en las poblaciones apropiadas. Los medicamentos antivirales representan una segunda línea de defensa.
Los fármacos antivirales que tienen procesos activos en contra de la influenza, suelen tener una composición de amantadina, rimantadina, oseltamivir y zanamivir. La amantadina y la rimantadina, usualmente no se recomiendan para los centros de vacunación encargados de repartir este tipo de medicamento, por la resistencia bacteriana que crearon las cepas de influenza.
Se recomienda la derivación a un neumólogo pediátrico porque puede ser útil para pacientes que experimentan síntomas persistentes o recurrentes y cuyas historias sugieren la posibilidad de aspiración de cuerpo extraño traqueobronquial, fibrosis quística, inmunodeficiencia o asma persistente para los cuales fracasaron las terapias apropiadas de primera línea o de control.
De igual manera, las complicaciones son extremadamente raras y deben solicitar una evaluación para la aspiración traqueobronquial, las anomalías del tracto respiratorio o la inmunodeficiencia. Las complicaciones pueden incluir las siguientes patologías:
- Bronquiectasia
- Bronconeumonía
- Insuficiencia respiratoria aguda
Tratamiento
El tratamiento de la bronquitis aguda es típicamente control sintomático y terapia de apoyo. Los analgésicos y antipiréticos pueden usarse para tratar el malestar, la mialgia y la fiebre asociados. Se pueden administrar nebulizadores e inhaladores para ayudar con las vías respiratorias reactivas que resultan de la inflamación. Pueden ayudar a aliviar el broncoespasmo y las sibilancias.
También se puede administrar prednisona u otros esteroides para ayudar con la inflamación. Aunque no hay suficiente evidencia que demuestre su beneficio, es útil en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) subyacente o asma.
Por lo general, los esteroides se usan como terapia de estallido a corto plazo. En ocasiones, es posible que se justifique una dosis más prolongada de esteroides, especialmente en pacientes con asma subyacente o EPOC. El alivio de la tos se puede proporcionar con supresores de la tos como benzoato y codeína. Se puede usar un mucolítico para eliminar la mucosidad y evitar taponamientos. Si hay un componente alérgico, un antialérgico puede ayudar a aliviar los síntomas, además del uso del humidificador también puede lograr alivio sintomático.
En el mismo orden de ideas, los antibióticos no están indicados para la bronquitis aguda simple en adultos sanos. Debe usarse solo en casos donde las posibilidades de bronquitis bacteriana son altas o en poblaciones de riesgo especiales. La procalcitonina podría ser útil para decidir sobre el uso de antibióticos.
Una revisión Cochrane de nueve ensayos aleatorizados y controlados de agentes antibióticos mostró una reducción menor en la duración total de la tos (0,6 días). La disminución en el número de días de enfermedad no fue significativa según esta revisión. Por lo tanto, se debe evitar el uso de antibióticos en casos simples, considerando el costo de los antibióticos, el creciente problema global de la resistencia a los antibióticos y los posibles efectos secundarios del uso de antibióticos.
La modificación del estilo de vida, como dejar de fumar y evitar los alérgenos y los contaminantes, juega un papel importante para evitar la recurrencia y las complicaciones. La vacuna contra la gripe y la neumonía son especialmente recomendadas en grupos especiales que incluyen adultos mayores de 70 años, niños menores de dos años (mayores de seis meses), mujeres embarazadas y hogares de ancianos, además de otro tipo de centros encargados de cuidar.
Las personas con asma, EPOC y otros adultos inmunocomprometidos también tienen un mayor riesgo de desarrollar complicaciones. La recurrencia se ve en hasta un tercio de los casos de bronquitis aguda.Los datos para el uso de beta-agonista, esteroides y agente mucolítico, especialmente en pacientes sin EPOC subyacente y asma, no existen. El tratamiento debe guiarse por la respuesta individual a ellos y el beneficio informado, así como, ponderar el riesgo y el beneficio en cada caso.
A veces se puede desarrollar una neumonía secundaria. Esto generalmente está indicado por empeoramiento de los síntomas, tos productiva y fiebre. En tales casos, se indica una radiografía de tórax. Esto es especialmente importante en adultos inmunocomprometidos, personas de edad avanzada, bebés y recién nacidos, y fumadores.
La embolia pulmonar siempre debe estar en diferenciales en un paciente con tos y dificultad para respirar.Algunas veces, la tos agresiva puede ocasionar neumotórax espontáneo y / o neumomediastino espontáneo. Por lo tanto, cualquier empeoramiento agudo de los síntomas generalmente requiere una radiografía de tórax.
Bronquitis aguda en el embarazo
Los efectos del embarazo debilitan temporalmente el sistema inmunitario, esta enfermedad hace que el cuerpo sea más susceptible a la afección. Crea trastornos respiratorios y molestias para la nueva madre y plantea riesgos potenciales para el feto, además de las afecciones pertinentes a los bronquios y al resto del sistema respiratorio.
Las bacterias o virus causan bronquitis aguda, que no es muy dañina y no transmite ningún microbio de la madre al feto. Es fácilmente tratable bebiendo líquidos y electrolitos en exceso (sin cafeína) y no requiere casi ningún medicamento.
Asimismo, la bronquitis crónica es una forma grave que puede durar de varios meses a años. El moco generalmente está descolorido, y es posible que notes sangre en él. La infección es recurrente, lo que puede dañar los pulmones y causar muchas complicaciones importantes.
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Es poco probable que se desarrollen complicaciones graves en la mayoría de las mujeres. Los principales riesgos incluyen:
- Dificultad respiratoria: La bronquitis provoca una ingesta ineficaz de oxígeno en los pulmones debido a la inflamación de las paredes bronquiales. Esto priva a su cuerpo de oxígeno, lo que hace que respire menos de los niveles óptimos requeridos y reduce el oxígeno necesario para el feto.
- Medicamentos que dañan al feto en crecimiento: Ciertos casos de bronquitis pueden requerir tratamiento con antibióticos y otras drogas potentes. Pero estos son perjudiciales para el feto en crecimiento. Por lo tanto, los médicos recomiendan un buen descanso y precaución básica para tratar la bronquitis. Si estas medidas de autocuidado fallan, los médicos pueden recetar medicamentos cuyos efectos no pueden predecirse.
- Neumonía: En algunos casos, la bronquitis ocurre junto con una fiebre leve. Cuando la temperatura aumenta, el bebé en crecimiento estará en alto riesgo. Es posible que tenga fiebre alta, especialmente en caso de neumonía o cuando desarrolle síntomas similares. La necesidad de medicamentos potentes para la neumonía también puede representar un gran riesgo para los bebés.
- Además, si padece fiebre, es posible que no tome suficientes líquidos. Causa deshidratación y conduce a contracciones que pueden causar trabajo de parto prematuro. La bronquitis asociada a la fiebre también puede poner a su bebé en riesgo de complicaciones graves como la espina bífida y, en algunos casos, incluso la muerte.
- Pérdida de apetito: La bronquitis también afectará los niveles de apetito. Cuando come menos, su bebé no obtendrá suficientes nutrientes. Por lo tanto, obstaculiza la salud y el desarrollo general de su bebé en crecimiento.
- Desprendimiento de la placenta: Los casos graves de bronquitis pueden requerir hospitalización. Según un estudio de investigación, la hospitalización debido a enfermedades respiratorias se asocia con desprendimiento de la placenta.
Si los síntomas son leves, se recomienda seguir algunos remedios caseros que pueden ayudar a reducir los síntomas. No son perjudiciales para su feto, a diferencia de los medicamentos, entre ellos esta consumir muchos líquidos, especialmente bebidas calientes. Algunas buenas opciones que puede probar son:
- Té con miel, frambuesas y limón
- Leche caliente con aditivos (de su elección)
- Decocciones hechas de hierbas como salvia, tomillo, orégano y colmillo
Además, se recomienda que descanse lo suficiente para apoyar su sistema inmunitario, ya que ayuda a destruir el virus. De igual manera, el ajo y las cebollas crudas también son excelentes agentes antivirales. Puede tragar ajo picado o cebolla mezclada con miel cruda, dos veces al día para aliviar los síntomas.
Asimismo, puede calentar su pecho y espalda colocando yeso mostaza, ya que ayuda a aliviar la congestión del pecho. Los humidificadores o duchas con vapor manejan su dificultad respiratoria, esto puede aflojar la mucosidad y aliviar la tos.
El riego nasal puede ayudar, se hace la solución salina usando agua tibia (8 oz), sal (media cucharadita) y bicarbonato de sodio (media cucharadita), tiene que inclinarse sobre un fregadero con su cabeza en un ángulo de 45 grados y las fosas nasales hacia el fregadero. Vierta la solución en una fosa nasal mientras respira por la boca, el fluido que fluye a través de la cavidad nasal sale a través de la otra fosa nasal. Por lo tanto, enjuaga la mucosidad y te ayuda a sentirte menos cargada, se recomienda repetir los mismos tres o cuatro veces todos los días.
Sin embargo, algunas situaciones pueden requerir atención médica inmediata, como:
- Una tos persistente acompañada de dolor en el pecho
- Toser sangre (se puede deber al reflujo gástrico asociado con el síndrome de Mallory-Weiss o por problemas pulmonares directos).
- Mucus seguido de esputos purulentos.
- Disnea (dificultad para respirar).
- Fiebre de más de 37 grados.
El médico examinará cuidadosamente tanto la condición de la madre como la del bebé antes de decidir ofrecer algún tratamiento. Si se trata de un caso grave, ella controlará su funcionalidad pulmonar y la extensión del daño.
Finalmente, para mejor comprensión del texto te dejo el siguiente vídeo..