La Retinopatía hipertensiva es un trastorno ocular que viene asociado a la presión arterial de una persona hipertensa. Esta enfermedad es progresiva y silenciosa, y generalmente la retina es el último órgano que se afecta con dicho trastorno, porque cuando aparece lo hace por los vasos sanguíneos que se van estrechando. Entra en la categoría de las enfermedades de la vista más comunes.
¿Qué es la Retinotapía hipertensiva?
La Retinopatía aparece cuando hay un aumento de la tensión arterial sistémica sostenida entre 200 sistólica y 100 de diastólica. El problema con esta situación es que provoca una dilatación bascular en estadíos iniciales. Esto se debe a que existen un aumento en el gradiente de presión que se envía hacia la porción intraluminal del vaso, es decir, es como liberar un chorro de agua hacia un vaso de pequeño calibre y si este vaso de pequeño calibre tiene paredes elásticas lo que va a provocar es el vaso trate de adaptarse a la cantidad de volumen que le llega y por lo tanto se abre.
El problema con esta situación es que las paredes del vaso poseen ciertos factores de crecimiento, que a su vez esta cantidad de volumen provoca lesión, liberando los factores y en este caso provocando una alteración en la rigidez de las paredes, lo que determina una serie de cambios tanto en las paredes de los vasos retinianos como en las paredes de los vasos coroideos.
En los vasos coroideos hay una manifestación dado por micro infartos en la coroide y en las capas de la retina, pequeños micro infartos entre las capas, lo que da la imagen de ciertos exudados. Es importante clasificar la Retinopatía hipertensiva debido a que se puede de esta manera prevenir una neuropatía isquemica que seria la complicación mayor de padecer la Retinopatía hipertensiva.
Esta alteración al tener un buen control por seis meses de la presión arterial, desaparecen los cambios y generalmente el edema se reabsorbe y la visión puede volver a lo que era antes. Pero una vez que se ha instaurado la neuropatía hipertensiva ya es casi imposible porque no se hace una regeneración de las células nerviosas que con conforman el nervio óptico.
La Retinopatía hipertensiva es prevenible y se puede controlar cuando no se han complicado, con métodos sencillos; por ejemplo, mantener un buen control de la presión, estar pendiente del tratamiento, seguir una dieta acorde tanto a la edad como a la necesidad de tener una vida saludable, asegurar cambios en el estilo de vida y hacer ejercicio. Con esto se puede prevenir perder la visión.
Consecuencias de una Retinopatía hipertensiva
Además de ser previsible, la Retinopatía hipertensiva es una enfermedad silente. El hipertenso no sabe que lo es hasta que el médico cardiologo le toma la tensión y ve que tiene la presión elevada. Esto puede generar órganos blancos, infarto de miocardio o un accidente cardiovascular leve y finalmente una Retinopatía hipertensiva.
Esta enfermedad no es una patología que duele, pero el paciente compromete su agudeza visual lentamente por esta hipertensión arterial. Como primer concepto que se maneja en estos temas está en que el paciente hipertenso además de ir a su médico cardiologo para su chequeos rutinarios debe también saber que el ojo es un órgano blanco y puede impactar en su calidad de visión de forma abrupta.
La vida diaria y rutinaria de una persona por la presión fluctuante puede pasar días normales, como también puede presentar días difíciles por los malestares propios de esta anomalía en su organismo, sin embargo, un día cualquiera puede llegar a levantarse y simplemente no tener visión alguna debido a la Retinopatía hipertensiva asociada a la presión alta que no se controló regularmente.
Lo importante es que el paciente hipertenso tenga un tratamiento general, integral, atención que incluya cada órgano de su cuerpo y que su funcionamiento esté sin complicaciones. Sin embargo, cuando la Retinopatía hipertensiva o las complicaciones con oclusión vascular de la retina o una oclusión de la vena central de la retina es un verdadero infarto retinal indoloro puede tener un cuadro brusco de pérdida de visión. En estos casos, está el oftalmólogo clave para tratar la consecuencia de la enfermedad sistémica, es un paciente de forma general con un órgano banco que es la retina.
Al presentarse el caso de la pérdida de visión de una persona un día cualquiera en cualquiera de sus ojos, debe acudir al médico oftalmológico de inmediato para que se encargue el especialista de realizar los exámenes pertinentes de forma prolija hasta el fondo de ojo evaluar la Retinopatía hipertensiva o una oclusión vascular de la retina producido por la enfermedad.
Esta enfermedad, la Retinopatía hipertensiva, no se revierte, genera un impacto en el tejido prácticamente irreversible, pero actualmente se cuentan con medicamentos que se inyectan de forma intraocular para tratar el edema y tratar de sacar las hemorragias que aparecen en la Retinopatía hipertensiva o un edema de la mácula, que es el corazón de la retina, donde se tiene la visión final o central.
Se cuenta con terapia efectiva para tratar de evitar las complicaciones final del cuadro vascular retinal que es la pérdida de la visión definitiva. El hipertenso puede llegar a tener un infarto y fallecer, un ACV o infarto de retina que no fallece pero puede tener un impacto prevenible.
Los oftalmólogos cuando hacen un fondo de ojo pueden evaluar muchas patologías de forma general, como ejemplo en la hipertensión arterial se cree normal porque está todo bien precisamente por lo silencioso de la enfermedad hasta que salta un tapón y comienza con el infarto, el ACV o la retinopatía.
Los pequeños cambios de hipertensión arterial general generan cambios en la circulación de la retina que es la situación terminal, y los médicos observan que las venas están como tirabuzón, con pequeñas micro hemorragias que el paciente no se da cuenta pero el oftalmólogo examina se determina la situación.
Síntomas de la Retinopatía hipertensiva
Los síntomas de la Retinopatía hipertensiva aparecen en estadíos terminales, ya cuando se encuentra un daño importante, por ejemplo, una visión borrosa principalmente y en caso de que haya una afectación del centro de mejor visión lo que se conoce como micropsia o metamorfopsia, que van a ver los objetos más distorsionados.
La sintomatología que se puede llegar a presentar realmente no va haber una pérdida de visión súbita, una ceguera total, una oclusión de la arteria central o de alguna rama venosa, porque son cambios paulatinos, se van generando por cronicidad básicamente.
Una vez diagnosticado un paciente con hipertensión varían muchos factores para que empiece a desarrollar la Retinopatía, depende del tipo hipertensivo que se indique. Se ha demostrado que los inhibidores de la encima se convierten en angiotensina no solamente tiene un efecto nefroprotector sino que también se ha demostrado que tienen un efecto protector para la retina.
Depende mucho del tratamiento antihipertensivo. Sin embargo, un paciente que no se cuida, que simplemente le duele la cabeza ocasional y que cree que es por migraña tensional o trastornos por estrés y que no decide acudir al médico, se cree que entre dos a cinco años aparezcan síntomas y cambios en la retina secundarios a la hipertensión.
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Características de la Retinopatía hipertensiva
Entre las características de la Retinopatía hipertensiva están la disminución súbita de la visión bilateral no progresiva, crisis hipertensiva con regularidad, defecto pupilar aferente, agudeza visual de 20/300. Cuando se efectúa un fondo de ojo de una Retinopatía hipertensiva se observa una retina aplicada con papilar en coloración hiperémica con bordes borrados, hemorragias intrarretinianas en dos niveles tanto a nivel de capas de fibra como capas plexiforme y hemorragias subretinianas que llegan al área macular,que no abarcan el área foveal.
En una Retinopatía hipertensiva se considera que es una lesión vascular por hipertensión vascular sistemica y se pueden encontrar tanto hallazgos de una retinopatía crónica como aguda, el ojo es considerado un órgano blanco de la hipertensión sistémica y por lo tanto cuando se tiene un paciente con este cuadro de patologías se debe considerar como una emergencia hipertensiva cuyo sistema ocular pasa a segundo nivel.
En cuanto a los hallazgos clínicos, se encuentra que tiene tortuocidad vascular, exudados lipídicos, hemorragias infraretiniana edema de papila y en algunos casos infartos coroideos.
Clasificación de Retinopatía hipertensiva
La clasificación de la Retinopatía hipertensiva tiene varios renglones. De las más antiguas está el grado 4 que se caracteriza un paciente por tener edema en el nervio óptico, y el otro renglón responde a un grupo IV por edema neuroretiniano y una clasificación que fue creada en México por un doctor de nombre Puig Solannes que se consideran pacientes con una retinopatía angioesclerótica, angiopatía angioespástica y una neurorretinopatía angioespastica.
El manejo que se propone para este tipo de casos de Retinopatía hipertensiva es que en las crisis hipertensiva lo inicial es reducir las cifras tensionales ya que se debe investigar y prevenir el daño en otros órganos vitales como el corazón, riñón y cerebro. En cuanto al manejo crónico hay evidencia clara de que la estabilidad en las cifras tensionales arteriales produce una disminución del edema retiniana y por ultimo en algunos casos recuperación parcial de lineas de visión.
Diagnostico de Retinopatía hipertensiva
Los principales cambios en estadíos iniciales son aumento del calibre vascular, estadíos ya tardíos y se pueden encontrar exudados algodonosos, que son zonas de pequeño infarto. La retina tiene que ser de color naranja con nervios y vasos. En el caso de que se presenten algunas manchas blanquecinas alrededor de los vasos ya es un cambio que se debe tomar en cuenta para los análisis posteriores y el diagnóstico de la Retinopatía hipertensiva.
Además de esto también se detectan hemorragias en forma de flamas y otros datos como presencia de sangrado, que ya sería una manifestación poco común, muy distinto de lo que ocurre en el caso de la Retinopatía diabética que ya es un sangrado masivo. Estos exámenes se hacen poniendo en práctica un simple fondo de ojo y exploraciones que muchas veces no se hace de retina.
Los pacientes con Retinopatía hipertensiva tienen el apoyo de un nefrologo porque invariablemente tendrán daño renal, al igual que deben acudir a consultas de un cardiólogo porque también en su cuadro patológico presentarán inconvenientes a nivel cardíaco. La retina sería el último órgano después de una respuesta multisistemica anómala secundaria a la hipertensión. Los médicos deben apoyarse en otras especialidades y expertos en temas de hipertensión y Retinopatía para proporcionar un menor pronóstico para controlar los valores.
Una vez logrado esto, la resolución de la Retinopatía hipertensiva es importante porque llegan a quedar algunos estigmas de lo que se conoce como hilos de cobre, es decir, los vasos llegan a tener cambios esteroescleróticos que se adelgazan tanto que son estigmas y no generarán mayores problemas, solo deben recibir atención y vigilancia permanente.
Tratamiento en Retinopatía hipertensiva
Básicamente el tratamiento es control en hipertensión y entre las complicaciones siempre hay que investigar algo más. Es muy frecuente que se presenten pacientes con insuficiencia renal crónica, pacientes postrasplantados o que están en espera de un trasplante renal, o pacientes con problemas hipoficiarios, o de otra índole, etc. Un paciente joven no se presentará por Retinopatía hipertensiva, siempre debe tener algo más que se encuentre y se trata de darle calidad de vida y evitar que llegue a dicha patología.
Hipertensión: definición
Para entender un poco sobre la Retinopatía hipertensiva es necesario también ampliar un poco la definición de la hipertensión y como se produce en el organismo de una persona, que luego abre el abanico de posibles patologías asociadas que desmejoran la calidad de vida de una persona.
La hipertensión es una enfermedad que afecta el aparato cardiovascular y su definición es el aumento de los valores de la presión arterial por encima de los considerados normales, independientemente de que haya o no síntomas. Los valores actualmente aceptados como normales para el adulto son de hasta 140 ml de mercurio para la presión sistólica y de hasta 90 ml de mercurio para la presión diastolica.
Esta es una enfermedad muy importante no por sus síntomas sino más bien por la severidad y la elevada frecuencia de sus complicaciones. Las estadísticas indican que al menos 3 de cada diez personas la padecen, así la mayoría de ellas no lo sepan. Esto significa que afectan al menos al 30% de la población adulta siendo más frecuencia a partir de los 40 años aunque puede aparecer a cualquier edad.
La predisposición genética es fuerte, como se demuestra por el hecho de que hay familias de hipertensos y algunos grupos raciales con una mayor frecuencia de padecimiento. La hipertensión arterial es casi siempre esencial, es decir que aparece por sí sola sin ser una consecuencia de otra enfermedad previa. Siendo un padecimiento degenerativo, su frecuencia va en aumento conforme se incrementa la edad que de hecho es el principal factor de riesgo para que esta enfermedad aparezca.
Dado que usualmente no produce síntomas, es importante preguntarse por qué es importante que el diagnostico y tratamiento se establezcan lo más eficaz y lo más tempranamente que sea posible. Esto se debe a las graves consecuencias y es que lo que ocurre es que cuando la sangre circula por las arterias a una presión mayor que la normal, las daña y acelera el desarrollo de ateromas responsables de su obstrucción progresiva que produce isquemia cerebral, es decir falta de riego sanguíneo particularmente peligrosa en los llamados órganos blancos, que son el corazón, el cerebro y los riñones.
A la formación de ateromas se le llama aterogenesis y a ala alteración que ocurre en las arterias por presencia de los ateromas se le denomina arterosclerosis, que se encarga de estrechar las arterias y produce isquemia. Por eso si a un paciente hipertenso no le siguen un tratamiento oportuno y apropiado tiene hasta u 50% de riesgo de morir a consecuencia en complicaciones cardíaca que incluyen infarto, arritmia, insuficiencia cardíaca y hasta un 35% de riesgo de morir por complicaciones cerebrales; esto es hemorragias, infartos o trombosis y hasta un 15% por insuficiencia renal.
Todo esto a su vez desencadena enfermedades visuales por la conexión de los vasos sanguíneos o las arterias con el sistema ocular enlazado al cerebro y por ende aparecen patologías como la Retinopatía hipertensiva.
Para entender lo de la aterogenesis y aterosclerosis, hay que recordar que existen dos tipos de vasos sanguíneos, las arterias que llevan la sangre desde el corazón hacia los tejidos, los capilares, vasos microscópicos que permiten el intercambio de sustancia, entre la sangre trasportada y las células y las venas que llevan la sangre de vuelta hacia el corazón.
La pared arterial está formada por tres capas principales, el endotelio que es la capa interna en contacto con la sangre, la capa intermedia hecha de tejido muscular liso, de la que depende la contracción y relajación de la pared arterial y la capa externa de tejido conectivo que tiene las funciones de solamente una envoltura.
Retinopatía hipertensiva: enemigo silente
En resumen, este enemigo silente es una de las principales causas de muerte en la población. Más de 58 millones se habitantes desde Norteamérica presentan o padecen lo que es hipertensión arterial, y actualmente es un tema importante porque es una de las principales causas de ceguera en la población mundial. Cada vez existen más personas con obesidad, desbalance en colesterol, trigliceridos y la población padece más la hipertesión arterial.
Entre todas las consecuencias y afectaciones de los órganos que se ven comprometidos por una presión alta están los problemas a nivel del corazón porque se afecta la circulación que lo nutre que son los vasos coronarios. De aquí se se produce un daño a nivel del riñón, y estos vasos que se dañan no tendrán una irrigación suficiente en el riñón generando un fallo renal. El ojo viene a ser uno de los órganos afectados por la presión elevada o una hipertensión al arterial, como bien hemos explicado.
Se sabe que la hipertensión arterial afecta directamente los vasos de la retina y estos se produce o se define como una retinopatía o un daño en la retina por la hipertensión, dando paso a la denominada Retinopatía hipertensiva.
La retina es el telón donde proyecta la luz que entra al ojo, es decir, toda la luz que atraviesa el ojo será proyectada en esa membrana sensible a la luz que se define o se llama retina. Esta a su vez está alimentada por unos vasos sanguíneos que van a a estar distribuidos en toda la superficie de su extensión. Estos mismos vasos están comunicados con todo el sistema sanguíneo, recibiendo, manejando las presiones con la cual va el corazón a bombear su sangre.
Cuando los niveles son elevados, obviamente estos vasos van a presentar algún tipo de daño y esto es como se describe como una retinopatía. Para estas evaluaciones existe el método de la fundoscopía, que es la práctica que evaluará el ojo por dentro dilatando las pupilas con gotas para observar los vasos, la retina y las estructura, valorando por medio de los exámenes oftalmoscopica que se realizan en los consultorios.
En el ojo cuando se evalúa para descartar la presencia o posible daño de retinopatía, se buscan los cambios fundamentales de esta alteración donde se producen las hemorragias o sangrados, así como manchas de tipo algodonoso, también exudados, que son las proteínas que se van a extravasar de estos vasos manejando la presión elevada.
De una manera simple, la persona puede imaginar y comparar los vasos mangueras o tuberías, si no están diseñadas para soportar altas presiones, cuando la recibe el daño por la elevación de la hipertensión, los vasos perderán la propiedad que se define como impermeabilidad, es decir, estos vasos no dejan escapar agua, no filtran.
Esto es lo contrario, cuando los pacientes padecen de hipertensión arterial están manejando presiones en vez de conectar la manguera a la llave de la casa. La intención es que se imagine que está conectando a un camión de bombero con alta presión para poder expeler el agua.
Esto vasos si no están diseñados a la perfección presentarán los daños que antes mencionados y es ahí donde comienzan a sufrir las alteraciones de la Retinopatía o el daño en los ojos por la presión y esto ocasiona que los vasos se estrechen por la proliferación de la capa muscular y elástica que forman estas paredes. Todo ello requiere mayor presión de bombeo del corazón para poder atravesar la sangre en los vasos.
Estas son las primeras alteraciones que se producen en la hipertensión a nivel de los vasos retinianos. De la misma manera estos vasos van a empezar a tomar un curso en forma de zig zag por los mismos cambios que están presentando debido a la presión.
Algo bien importante a destacar y que ocurre en los ojos es que existen dos tipos de vasos, los que son las arterias que llevan la sangre con oxigeno y los otros que son las venas que recogen la sangre que carece de oxigeno. Estas siempre se cruzan una encima de la otra y esta presión a la cual está sometido el vaso va a producir un estrangulamiento de ese vaso que queda debajo, dando paso a infartos que comúnmente se producen en la retina en los pacientes hipertensos.
Los aspectos que van a generar los daños en los ojos serán la gravedad de la hipertención y lo importante es determinar si el paciente tiene presión por encima de 140, 190 o sobre 90 porque tendrán mayores daños debido a que la gravedad de la hipertensión está relacionado directamente al daño de sus ojos. Dependerá también de la duración que tenga, pues, no es lo mismo un paciente recién diagnosticado de ser hipertenso a aquel que ya es crónico.
También influye lo que sería la rapidez con que se instale la hipertensión en mujeres embarazadas, lo que sería la toxemia gravidica. Pueden presentar daños debido a la velocidad con que estos se produce y hay otros cambios que son la hipertensión maligna también en pacientes jóvenes que tengan algún tipo de daño en los riñones producido por la misma hipertensión, acelerando los cambios.
De la misma manera va a depender también el estado en que están los vasos. No es lo mismo estos pacientes que vayan a presentar algún tipo ya de cronicidad en la hipertensión. Cuando los vasos sanguíneos entran al ojo cambiarán la anatomía, perderán ciertas capas elásticas, serán modificadas, lo que hace que las arterias pierdan parte de su anatomía y estas ramas van a cambiar el componen elástico y la capa muscular.
Cuando los vasos penetran en el ojo es a través de lo que sería el nervio óptico, que es la estructura que conecta el ojo con el cerebro y lleva toda la información nerviosa los vasos sanguíneos y las arterias entran por la estructura y se observa lo que seria una parte del nervio óptico por el que están los vasos sanguíneos y comienzan a presentar los daños.
Existen diferentes mecanismos que se pueden producir, por ejemplo el sangrado sobre la retina que es lo que produce la hipertensión arterial, y puede ser originado por un edema, presetándose de igual forma un aumento de presión, siendo esto uno de los principales factores.