Sordera: qué es, causas, síntomas, tipos y más

Existen muchas enfermedades que pueden afectar a los oídos, debido a que estos son una estructura muy sensible del cuerpo humano. Entre ellas se encuentra la coloquialmente conocida como sordera, de la cual se dará a conocer  en el siguiente artículo.

la sordera

¿Qué es la sordera?

Cuando se habla de sordera se hace referencia a la enfermedad que imposibilita a la persona de escuchar ya sea de manera parcial o total, debido a algún defecto que se pueda presentar en la estructura auditiva. Dependiendo de la causa que origina la sordera  y de la etapa de la enfermedad en la cual esta sea diagnosticada, esta puede representar un daño permanente o puede ser revertido a través de cirugía o tratamiento. El término científico bajo el cual se conoce a la enfermedad es hipoacusia.

Además es una enfermedad que no solo afecta la audición sino también el lenguaje, debido a que los seres humanos utilizamos la audición para comunicarnos, escuchando lo que dice el otro y respondiendo a sus planteamientos. Si bien esta no es la única forma de comunicación es la más común y utilizada a nivel mundial, por lo que una persona que padezca de un déficit auditivo deberá recurrir a métodos de comunicación menos utilizados, y por lo tanto, no conocidos por toda la comunidad humana.

La sordera está causada específicamente por un daño en el nervio auditivo, el cual es el encargado de transmitir las señales eléctricas producidas por las ondas sonoras al cerebro, para que este interprete e identifique los distintos sonidos que capta la persona. De esta manera, cuando una persona padece de sordera, la principal estructura afectada es el nervio auditivo, por cualquiera que sea la causa, y adicionalmente se pueden ver afectadas otras estructuras que hacen más o menos grave la situación.

La pérdida de la audición aunque es generalmente asociada a adultos de avanzada edad no es exclusiva de este grupo, puede presentarse en cualquier persona de cualquier edad y dependiendo de la etapa en la cual aparezca afectará el desarrollo psico-social de la misma. Así mismo, no existe un criterio específico bajo el cual aparece la sordera, por lo que una persona totalmente sana puede padecer de la pérdida de audición si se ve expuesta a factores que contribuyan a la misma (ver artículo: sordera de un oído)

Si se coloca en cifras, hay estudios que demuestran que un aproximado de 466 millones de personas alrededor de todo el mundo padecen de sordera en cualquiera de sus etapas, es decir, de manera parcial o de manera total. De estos datos, es importante resaltar que nada más 34 millones son infantes, lo cual es considerado una cifra bastante alarmante. De esta manera se puede observar que la sordera no es una enfermedad rebuscada, sino que más bien es conocida de sobra en cualquier parte del mundo.

que es la sordera

Además, estos números ya planteados aumentan con cada año que pasa, debido a que cada vez son más las situaciones cotidianas en las cuales las personas se exponen a elementos que perjudican su audición y que pueden causar la pérdida de la misma, ya sea a corto o largo plazo, lo cual es un hecho bastante alarmante que debería ser controlado o disminuido para prevenir el impacto social negativo que el mismo pueda causar.

Por otra parte, no solo aquellas personas que carecen por completo de este sentido están incluidas en esta categoría, aquellas que padecen un pérdida parcial de audición también sufren las mismas consecuencias de este trastorno. En este sentido, esta enfermedad no solo afecta la condición física de la persona sino también su grado de aprendizaje, su relación con el entorno, su forma de comunicarse y dependiendo de la edad en que aparezca el desarrollo del habla.

la sordera en adultos

Sin embargo, su detección temprana ayuda significamente a determinar el tratamiento médico adecuado dependiendo de la lesión así como también a educar a la persona con dicho problema con herramientas útiles y necesarias para poder comunicarse con el exterior. Es por esto que es importante acudir al médico ante cualquier eventualidad, y no esperar hasta que la enfermedad (sea cual sea) avance hasta las etapas más avanzadas y ya los daños causados sean irreversibles.

También es importante mencionar que dependiendo de la etapa en la cual se produzca esta enfermedad la persona contará con más o menos herramientas para afrontarla. Con esto se hace referencia al hecho de que si un niño padece de sordera desde pequeño, se acostumbrará a vivir sin ese sentido tan desarrollado, por lo que trabajará con sus otros sentidos, pero si es un adulto a quien se le diagnostica esta enfermedad, le costará mucho más adaptarse debido a que está acostumbrado a utilizar la audición.

¿Cómo se origina?

El oído conforma  uno de los cinco sentidos del ser humano y es el responsable de captar el sonido. Los otros sentidos son el olfato, el gusto, el tacto y el gusto, los cuales trabajan en conjunto para que la persona cuente con una buena percepción del mundo. Es muy importante conocer todo lo relacionado al oído debido a que de esta manera se podrá tener una mejor comprensión acerca de cómo funcionan sus estructuras y cuáles se ven comprometidas a la hora de padecer de sordera.

Otro punto importante es que el oído no solo se encarga de la audición, sino que también cumple otras funciones fundamentales en la vida cotidiana del ser humano, tal como lo es el equilibrio, el cual permite a las personas caminar de manera derecha y no tambalearse. Por lo tanto, las enfermedad que pueden ser causadas debido a un daño en la estructura auditiva no vienen solo relacionadas con la audición, sino que pueden afectar otros factores de las vidas de las personas.

La pérdida de la audición está determinada generalmente por lesiones en el oído interno, que conjuntamente con el oído externo y el oído medio conforman la estructura de este órgano y el sistema auditivo del ser humano. El proceso auditivo consiste en la trasmisión del sonido desde el exterior, para luego atravesar la estructura de las tres partes mencionadas y así poder llegar al cerebro donde el mensaje es decodificado.

oido donde se produce sordera

De manera más específica, la audición se produce de la siguiente manera: las ondas sonoras son captadas por el oído externo que es aquel que podemos observar y está conformado por dos partes: el pabellón auricular formado por piel, helix y el lóbulo; posteriormente el sonido llega al tímpano, el cual representa una membrana muy estirada  que esta en el oído medio y que convierte las ondas sonoras en vibraciones las cuales son transmitidas por la cadena de huesecillos del oído: martillo, yunque y estribo.

El estribo está vinculado con el oído interno, el cual está conformado por los canales semicirculares,  los nervios auditivos y la cóclea o caracol. Esta última cumple un papel esencial en el proceso auditivo, rellena de fluído y recubierta por más de veinte mil células nerviosas que se activan con las vibraciones creando señales eléctricas que son captadas por el nervio auditivo y transmitidas hacia el cerebro. Dentro de la cóclea se encuentra el órgano de Corti, estructura fundamental porque recibe las ondas sonoras.

Las estructuras ya mencionadas no son las únicas que se encuentran en el sistema auditivo y que permiten que este se maneje de manera tan perfecta como lo hace, sin embargo si son las más importantes y las que cumplen un papel fundamental dentro de la audición, es decir, si alguno de esos elementos falla de manera automática se presentarán problemas en la manera de escuchar de la persona, y tendrá que solucionar el problema con la estructura para poder recuperar su audición normal.

las partes del oido

Clasificación

La sordera se puede clasificar de acuerdo a varios criterios, por lo cual podemos encontrar diversidad en la cantidad de tipos de hipoacusia o sordera que existen, los cuales no son mutuamente excluyentes, es decir, una persona que padece de sordera puede ser clasificada bajo una categoría de cada uno de los criterios. Así, los criterios bajo los cuales se clasifica a la enfermedad de la sordera son los siguientes:

Según la magnitud de la enfermedad

En este apartado se pueden encontrar dos tipos de sordera: la sordera parcial y la sordera total o completa. Cuando se habla de sordera parcial, la persona cuenta con una leve discapacidad auditiva que desmejora su condición para escuchar los sonidos que se proyectan a su alrededor, sin embargo aún cuenta con esta capacidad, solo que no tan optimizada, y puede utilizar un aparato para mejorar su escucha pero no es obligatorio, ya que aún puede oír.

Cuando una persona padece de sordera parcial, mientras más cerca se encuentre la fuente del sonido o más fuerte sea el mismo, más claro lo va a escuchar, por lo que por lo general una persona con esta deficiencia lo que hace es colocar los sonidos más altos para escucharlos o se acerca más a la fuente del mismo, de manera que pueda sopesar el problema que padece y pueda escuchar todo lo que le están hablando o el sonido de la televisión y la radio, por colocar un ejemplo.

Por otro lado, la sordera completa o parcial es aquella en la que la persona no puede escuchar ninguno de los sonidos que se encuentran a su alrededor, por más cerca que la fuente del sonido se encuentre, por lo que se dice que está persona no cuenta con su sentido auditivo. Esto puede ser corregido únicamente mediaten un implante coclear, pero no a todas las personas se les puede colocar esto, y la mayoría de las personas que padecen de sordera completa no son capaces de volver a recuperar la escucha.

Si una persona con sordera completa no es capaz de recuperar la capacidad auditiva, debe recurrir a el desarrollo de sus otros sentidos para que ellos compensen la falta de uno, por lo que puede encontrar maneras de comunicarse distintas a las que ya venía realizando, como por ejemplo el lenguaje de señas. Si bien esto representa una discapacidad, no imposibilita la cotidianidad de la persona, y una vez que se acostumbra puede vivir su día a día como si nada hubiera pasado.

tipos de sordera

Según el momento en el que se desarrolla la enfermedad

Para este criterio, los tipos de sordera se pueden dividir en tres subclasificaciones principales: la sordera prelocutiva, la sordera perilocutiva y la sordera postlocutiva, y el colocar a una persona en una u otra categoría dependerá de el momento de su crecimiento y desarrollo en la cual empezó a padecer de sordera, es decir, qué tanto la persona se ha acostumbrado a utilizar su sentido auditivo.

De esta manera, cuando se habla de sordera prelocutiva, se hace referencia a aquellos individuos que perdieron la capacidad de escuchar (ya sea de manera total o de manera parcial) antes de haber desarrollado sus competencias lingüísticas, es decir, durante las primeras etapas de su vida. Esto se puede dar debido a distintas razones, pero la más común suele ser por un problema de carácter congénito.

Cuando un niño sufre de sordera desde muy pequeño, se le suele hacer mucho más fácil adaptarse a esta discapacidad, debido a que no conoce otra manera de percibir el mundo, y desarrolla al máximo sus otros sentidos desde muy pequeño. Así mismo, es importante mencionar que existen maneras de mejorar el estado de audición del niño, pero este dependerá del caso particular, ya que no todos tienen las mismas características.

sordera prelocutiva

El segunto tipo de hipoacusia bajo esta clasificación es la sordera perilocutiva, en la cual la misma es adquirida durante el proceso de aprendizaje del lenguaje, es decir, en niños de aproximamente dos a cinco años. Cuando esto sucede, la situación suele ser muy similar a los pacientes de sordera prelocutiva, debido a que aún no han aprendido totalmente a utilizar el lenguaje que están adquiriendo y puedan adaptarse a nuevas formas que no requieran del uso de la audición.

Sin embargo, es importante mencionar que en estos casos (tanto en la sordera prelocutiva como en la perilocutiva), los niños deben contar de manera obligatoria con una terapia del lenguaje que los ayude a desarrollar sus capacidades al máximo, de manera que en un futuro puedan ser capaces de comunicarse de manera independiente. Si esto no sucede, pueden generar muchos problemas de comunicación y convivencia, debido a que no se les dan las herramientas necesarias para ello.

sordera perilocutiva

Por otro lado se encuentra la sordera postlocutiva, en la cual la persona desarrolla o empieza a padecer de esta discapacidad auditiva luego de haber desarrollado el lenguaje, es decir, luego de tener la capacidad de expresarse de manera hablar y de comunicarse con los otros. Esto puede suceder por causas de distinta índole y a distintas edades, siendo el factor más común la vejez, en la cual la sordera se va desarrollando de manera progresiva.

En el caso de este tipo de sordera, el individuo que la padece tiene una tarea mucho más difícil al momento de adaptarse a convivir y desenvolverse sin la audición en su máxima capacidad, debido a que ya estaba acostumbrado a trabajar con este sentido. Sin embargo, esto no es algo imposible, y con el paso del tiempo logrará enfocarse en sus otros sentidos para dejar de darle tanta importancia al sentido que ya había perdido.

Además, existen maneras de mejorar la pérdida de la audición, sobretodo en el caso que sea parcial, por lo que la persona cuenta con la esperanza de que su caso sea evaluado y se considere como óptimo para aplicar alguno de los tratamientos en los cuales puede mejorar su sentido auditivo.

sordera postlocutiva

Según el lugar de la lesión

Cuando la sordera es generada por una lesión o un defecto en el oído, se puede encontrar también distintas subclasificaciones, de acuerdo al lugar específico en el cual se produjo la misma. De esta manera, bajo este criterio se pueden ubicar dos tipos: uno es en el oído interno y el otro en el oído medio o externo, de los cuales se puede decir que el primer tipo es mucho más grave que el segundo.

La sordera del oído interno es aquella en la que se ve afectado de manera directa el nervio auditivo, y suele ser causado por algún tipo de lesión traumática o de malformación en el oído interno o en el nervio auditivo directamente, por lo que las ondas sonoras no son captadas de manera efectiva y esto es lo que le impide a la persona escuchar adecuadamente. Por lo general, este tipo de sordera es permanente, y son muy pocos casos en los que se han visto tratamientos efectivos para mejorar la situación.

El otro tipo de sordera que se puede clasificar según el lugar de la lesión es la sordera que se origina cuando las ondas sonoras o de sonido no son capaces de realizar su camino desde el oído externo hasta el nervio auditivo. Por lo general esto ocurre cuando en el oído externo o en el oído interno hay una lesión o un tapón que imposibilita el paso de las ondas sonoras, y en la mayoría de los casos de sordera de este tipo se han visto tratamientos que son efectivos para curar la situación que generó la enfermedad.

sordera segun el lugar

Según el grado de pérdida auditiva

En esta clasificación de los tipos de sordera, se maneja un concepto conocido como umbral. Ese término hace referencia al punto mínimo en el cual una persona es capaz de captar los estímulos que se encuentran a su alrededor, mediante cualquier de sus sentidos y sus órganos receptores. En el caso específico de la audición, este estímulo son las ondas sonoras o los sonidos, por lo que mientras más alto se encuentra el umbral, mayor es la deficiencia auditiva que presenta el individuo en cuestión.

Es importante mencionar que en cuanto al oído, la unidad de medida que se utiliza son los decíbeles (dB), debido a que estos son los que permiten medir la magnitud del sonido o de las ondas sonoras que se transmiten en el ambiente alrededor.

De esta manera, las subclasificaciones que se pueden encontrar de la audición según el grado de umbral que posee la persona en su audición o nivel auditivo son las siguientes:

  • Audición normal: el umbral se encuentra por debajo de los 20 dB. Una persona que no cuente con ningún tipo de problema auditivo se encuentra en este nivel.
  • Deficiencia leve: el umbral varía entre los 20 dB y los 40 dB. Por lo general las personas no suelen notar una diferencia muy marcada en su audición, debido a que el problema que presentan pasa prácticamente desapercibido.
  • Deficiencia media: el umbral se encuentra entre los 40 dB y los 70 dB. En este punto el problema se hace un poco más notorio, y la persona empieza a tener problemas en su vida cotidiana debido a la deficiencia en su manera de escuchar.
  • Deficiencia severa: se encuentra el umbral entre los 70 dB y los 90 dB. Aquí la persona ya padece problemas severos de audición, y le cuesta mucho comunicarse o escuchar los ruidos que se encuentran a su alrededor.
  • Pérdida profunda: es cuando el umbral del paciente se encuentra por encima de los 90 dB. En este punto a la sordera se le conoce como cófosis, debido a que la persona ha perdido su audición de manera completa, en la mayoría de los casos por alguna malformación en el área auditiva. Cuando una persona padece de cofosis, suele ser irreversible, y debe simplemente adaptarse a convivir con sus otros sentidos.

sordera segun nivel de deficiencia

Por lo general los casos más comunes de sordera se encuentra en deficiencia severa, y se suelen confundir con la pérdida total de la audición aún cuando no es así, debido a que el umbral se encuentra tan alto que ya a las personas se les convierte en una tarea bastante difícil escuchar cualquier sonido. Sin embargo en este punto existen algunas medidas que pueden ser tomadas como tratamiento para mejorar la audición de la persona, por lo que tiene esperanzas de oír mejor que en su estado natural.

Por otro lado, son muy pocos los casos de personas que padecen de pérdida profunda o cófosis, ya que este tipo de pérdida de la audición es uno de los más raros, y se produce en circunstancias muy puntuales. Es por esto que no se han encontrado prácticamente ningún tipo de método para solucionar la pérdida de la audición en este nivel, y cuando se da el extraño caso de que una persona padece de cófosis, lo mejor a lo que puede aspirar es a adaptarse gratamente a la convivencia utilizando sus otros sentidos.

Causas

Como ya se ha mencionado en múltiples ocasiones, existen muchas causas por las cuales una persona puede padecer de sordera, por lo que es importante que los individuos cuiden su órgano auditivo, de manera que puedan prevenir cualquiera de las causas que pueden ser clasificadas como externas. En el caso de las causas biológicas, se vuelve mucho más difícil la toma de medidas de prevención, por lo que la persona simplemente puede recurrir a un diagnóstico temprano para obtener el mejor tratamiento para su caso.

causas de la sordera

De esta manera algunas de las causas más resaltantes por las cuales se puede producir esta enfermedad conocida como hipoacusia se encuentran divididas de la siguiente manera:

Congénitas

Cuando se habla de causas congénitas, se hace referencia a aquellas que el individuo trae desde el nacimiento, ya sea por una característica o gen heredado, por complicaciones en el embarazo o en el parto o por factores no hereditarios relacionados con la estructura y el funcionamiento biológico del individuo. Tomando esto en cuenta, algunas de las cuasas congénitas por las cuales se puede generar la hipoacusia son las siguientes:

  • Infecciones presentes durante el embarazo, tales como rubeola materna, sífilis o toxoplasmosis ocular, las cuales son transmitidas de la madre al hijo.
  • Falta de oxígeno en el recién nacido durante el momento del parto.
  • Peso por debajo de la media normal en el nacimiento.
  • Consumo de medicamentos inadecuados durante el embarazo por parte de la madre, diuréticos, antipalúdicos, aminoglúcosidos, citotóxicos, entre otros.
  • Ingesta de medicamentos tóxicos al bebé durante las primeras semanas o los primeros meses de vida.
  • Ictericia grave en las primeras etapas del bebé, lo cual se traduce como problemas en la biliburrina debido a la presencia de problemas hepáticos.
  • Antecedentes familiares (personas que hayan padecido de sordera por cualquier motivo en el árbol genealógico directo), como por ejemplo la herencia de presbiacusia, es decir, la tendencia a padecer de sordera durante la vejez.
  • Malformaciones en cualquier de las partes del oído, es decir, ya sea en el oído externo, medio o interno.
  • Incompatibilidad que presenta el factor Rh en el recién nacido.
  • Daños en el sistema nervioso central, ya sea en el cerebro o en la médula espinal.

Adquiridas

Dentro de esta clasificación de las causas entran todas aquellas que pueden ser producidas a cualquier edad del individuo, debido a que son desencadenadas por un factor externo. De esta manera, algunas de las causas que pueden ser consideradas como adquiridas son las siguientes:

  • Infecciones del oído, ya sea del conducto o del oído medio, tales como la meningitis, el sarampión, la otitis ten cualquiera de sus tipos (otitis interna, otitis media, otitis seromucosa, entre otros), laberintitis, parotiditis, virus neurotropos, entre otras (ver artículo: otitis y sus síntomas)
  • Distrofias observadas en el oído, tales como la otosclerosis (ver artículo: miringitis)
  • Presencia de tumores en el área auditiva.
  • Lesiones que obstruyan alguno de los canales o partes del oído, así como también objetos obstruyentes, como el caso del cerumen.
  • Presencia de líquido anormal en el oído.
  • Lesiones traumáticas de cualquier dimensión (leve o grave), sobre todo si son a nivel del cráneo o del oído (ver artículo: fracturas orbitarias).
  • La perforación del tímpano o membrana timpánica, por cualquier motivo.
  • Intoxicaciones producidas por cualquier medicamento.
  • Exposición a contaminación sónica durante un tiempo muy prolongado.
  • Padecimiento de la enfermedad de Ménière.

sordera por infección

Las causas anteriormente mencionadas son las más comunes y conocidas por las cuales se genera la sordera, sin embargo no son las únicas. Debido a que el oído es una estructura sumamente sensible, se ve constantemente expuesto a padecer de todo tipo de enfermedades que pueden afectar al individuo en su capacidad auditiva, ya sea de manera temporal o permanente. Por esto se debe tener mucho cuidado con esta estructura y evitar situaciones en las cuales corra más riesgos de a los que debería estar expuesto.

Sin embargo, esto no siempre es sencillo, debido a que en la vida cotidiana de la persona, siempre se encuentra expuesto a una serie de factores perjudiciales que son capaces de afectar la audición de la persona, sin que ella pueda hacer nada al respecto, debido a que no se encuentra al tanto de que esa situación se encuentra perjudicando la audición. Muchas veces las personas que padecen de sordera pudieron haber prevenido la aparición de la misma, pero simplemente no eran conscientes de ello.

De esta manera, es muy importante conocer las causas por las cuales se podría generar o se podría padecer de hipoacusia, ya que así el individuo es capaz de prevenir la aparición de la misma y cuidar su aparato auditivo, de manera que pueda seguir escuchando de manera normal. Se ha comprobado que la mayoría de los casos con detección temprana cuenta con un diagnóstico mucho más favorable, por lo que también deben estar atentos ante cualquier eventualidad para acudir de inmediato al médico especialista.

Síntomas

Los síntomas que presenta una persona que padece de sordera varían de manera considerable en cada caso, debido a que las características que puede presentar cada individuo con esta enfermedad son totalmente distintas. Sin embargo, hay algunos síntomas que se puede decir que suelen aparecer en casi todos los casos, especialmente si la sordera pasa de ser leve a ser moderada o grave, y estos signos son los siguientes:

  • Disminución progresiva de la audición.
  • La persona aumenta el volumen de la radio o del televisión de manera incosciente.
  • Se vuelve retraído socialmente debido a que se le dificulta cada vez más mantener una conversación.
  • Pide que le repitan las cosas varias veces porque al no escuchar no entiende lo que le dicen.
  • Dificultades para comunicarse en ambientes donde hay mucho ruido.
  • Presencia de depresión debido a la imposibilidad de comunicarse de manera normal.
  • Sensación de un sonido agudo que se genera dentro del oído.
  • Vértigo, que puede venir acompañado con naúseas.
  • Sensación de una presión fuerte en el oído.
  • Dificultad para diferencias sonidos entre sí.

Es importante que cuando una persona padece de esta enfermedad y los que están a su alrededor se percatan de estos síntomas lo lleven a un médico de manera inmediata, debido a que muchas veces el paciente no es capaz de darse cuenta de su propia sordera, ya que es un proceso paulatino y progresivo, y si no acude al médico durante las primeras etapas de la enfermedad, luego será mucho más difícil aplicarle un tratamiento que cuente con un pronóstico favorable.

la sordera y sintomas

Diagnóstico

El otorrinolaringólogo es el especialista encargado de detectar y estudiar las enfermedades relacionadas con el oído, nariz y garganta. Para determinar un diagnóstico preciso, es necesario que realice una serie de pruebas y exámenes que le permitan determinar con certeza la causa por la cual la persona está padeciendo la pérdida de la audición y al mismo tiempo que le permita validar en que etapa se encuentra la sordera y si se puede tratar o si por el contrario sus consecuencias son irreversibles.

Es importante mencionar que en las pruebas los proveedores de atención médica se encargan de medir los niveles o decibeles (dB) en los cuales se encuentra la audición de la persona. Una audición normal se debería encontrar con un umbral por debajo de los 20 dB, por lo que cuando el doctor detecta que los niveles de audición de la persona se encuentran por debajo, ya inmediatamente puede afirmar que ese paciente padece de un problema auditivo, que puede ir desde leve hasta muy grave.

diagnostico de la sordera

Sin embargo, antes de realizar las pruebas, el médico debe encargarse de hacer una amnanesis, es decir, de preguntarle al paciente todos sus antecedentes médicos y desde que momento presenta la enfermedad y bajo que características, para así ser capaz de construir una historia clínica sobre la cual pueda trabajar y se pueda apoyar para realizar el diagnóstico.

Esto es clave para el buen diagnóstico de la enfermedad, no solo porque permite conocer  o indagar sobre las causas por las cuales se generó la enfermedad, sino también porque le permite al doctor tener una idea sobre las características médicas del paciente, para así saber por cual vía sería más conveniente tomar para suministrarle el tratamiento más adecuado y acorde a sus necesidades.

historia clinica para sordera

De esta manera, luego de realizada la historia clínica o amnanesis, algunas de las pruebas más comunes que suelen realizar los médicos especialistas para establecer el diagnóstico de esta enfermedad son las siguientes:

Acumetría

En primer lugar se deben realizar una serie de pruebas físicas en el paciente que permitan establecer en que condición se encuentra el oído; una de ellas es la acumetría, la cual le permite al proveedor de atención médica determinar que tipo de pérdida auditiva existe (oído externo, medio o interno), es decir, su principal función es evaluar el estado de la función auditiva.

Para realizar esta prueba, el médico utiliza unos diapasones, los cuales emiten distintas frecuencias de sonido, y el médico los hará vibrar para que emitan estas frecuencias y el paciente pueda establecer cuales es capaz de percibir y cuales no. Esta es una técnica que se ha utilizado y perfeccionado desde el siglo XIX, y se considera una de las más eficientes para determinar que tan deficiente se encuentra la función auditiva de la persona.

Además, es una prueba que se realiza de manera bastante sencilla porque lo único que se necesitan son los diapasones para hacerlos sonar, y no traen ningún tipo de perjuicio o consecuencia a la persona ya que no es una técnica que pueda ser considerada como invasiva o problemática. De esta manera, se ha convertido en una de las favoritas de los médicos especialistas, y por ende, la más utilizada cuando de sospecha de pérdida de audición se trata.

acumetria para sordera

Exploración del oído

El segundo examen físico que realizan los doctores para diagnosticar la sordera es a través de un otoscopio y con este se pueden observar problemas en la estructura del oído. Este examen es conocido como exploración del oído debido a que gracias al instrumento el doctor es capaz de visualizar todas las estructuras externas del oído para determinar si el problema se encuentra en alguna de ellas.

Esta es una prueba sumamente sencilla y que no es considerada como invasiva, y para realizarla el médico especialista solo debe colocar el otoscopio en la entrada del oído del paciente y encender el haz de luz que el mismo posee, lo cual le permitirá analizar todo el oído externo y el tímpano para determinar si existe alguna causa de peso o problema por el cual se pueda estar generando la pérdida de la audición en el paciente.

Por lo general es una prueba que no suele tardar más de quince o veinte minutos y luego de realizar este sencillo procedimiento el proveedor de atención médica es capaz de establecer si el problema se encuentra o no en la estructura auditiva externa. Sin embargo, es importante mencionar que esta prueba por sí sola no es suficiente para realizar un diagnóstico completo de la sordera, por lo que el doctor la puede utilizar para complementar su diagnóstico pero debe realizar otros exámenes de verificación.

examen de sordera

Audiometría

Otro de los exámenes que se realiza es una audiometría del habla, que consiste en determinar la capacidad de entender el lenguaje o de interpretar los mensajes transmitidos, para que así el doctor tenga la capacidad de evalúar el funcionamiento del cerebro cuando los sonidos son enviados al mismo. En otras palabras, gracias a la audiometría tonal se puede verificar el estado en el que se encuentra el sistema auditivo de la persona, para determinar si el mismo se ha visto afectado o no.

Es una prueba que en el caso de la sordera debería ser realizada de manera obligatoria, debido a que permite determinar si el sistema auditivo (es decir, el nervio auditivo y el lóbulo cerebral encargado de la audición) se encuentran de algún modo perjudicados y por esto es que la persona esta sufriendo de sordera. Sin embargo, no en todos los casos es realizada debido a que se necesitan una gran cantidad de equipos con los que no todos los médicos cuentan.

audiometria para sordera

En primer lugar, para realizar la prueba se debe colocar a la persona en una cabina audiométrica, la cual es una habitación amoldada especialmente para este tipo de exámenes en los cuales se deben de medir los niveles en los cuales se encuentra la audición de una persona. Por lo general las mismas son insonorizadas, es decir, alejan cualquier ruido que se pueda producir en el exterior para que el paciente solo escuchen los sonidos que se coloquen de manera meditada.

Una vez que todo ha sido instalado de la manera adecuada, el médico desde afuera de la cabina utiliza un audiómetro para emitir una serie de señales sonoras que funcionan a manera de test, debido a que las mismas se encuentran a distintas frecuencias, y la tarea del paciente es establecer cuales frecuencias es capaz de oír y cuales no, para que a partir de sus declaraciones el doctor sea capaz de determinar que tan grave se encuentra el sistema auditivo de la persona y que tipo de intervención necesitará.

Si bien, como ya fue mencionado, el proceso para realizar esta prueba es un poco engorroso y no todos los otorrinolaringólogos cuentan con una cabina especializada para realizarla, es necesario someter a la persona a esta prueba, por lo que si su médico no cuenta con una cabina debe acudir a otro que si la posea para realizarle el examen, y que los resultados del mismo puedan ser analizados para contar con el diagnóstico más certero y preciso posible.

sordera y audiometria

Impedanciometría

Otra de las pruebas que se realiza para medir el nivel auditivo con el cual cuenta la persona es la conocida como impedanciometría, en la cual el médico es capaz de determinar en qué estado se encuentra el oído medio específicamente, y de que manera responde el mismo a los distintos estímulos sonoros a los cuales se ve expuesto, para así establecer si el daño se encuentra en esta estructura del oído y que tan grave es el mismo.

Esta no es una prueba que se realice en la mayoría de los casos, a menos que el médico así la solicite debido a que sospecha que el daño o el defecto por el cual se está produciendo la sordera en la persona se encuentra en el oído medio. Además, verifica el estado físico en el que se encuentran la membrana timpánica y la cadena osicular, por lo que se puede decir que es una prueba bastante útil para determinar el estado interno de distintas estructuras específicas del oído.

impedanciometria y sordera

Para realizar esta prueba se sigue un procedimiento bastante sencillo, en el cual se introduce una sonda en la parte del oído externo cuya función es sellarlo por completo para evitar la entrada de sonidos ambientales al oído evaluado, la cual cuenta con tres conductos mediante los cuales se aplica la onda sonora y se modifica su intensidad, de manera que el médico especialista sea capaz de evaluar a que intensidades la persona da una respuesta positiva y a cuales no.

Esta es una prueba bastante sencilla de realizar y completamente indolora, por lo que es ampliamente aceptada en la comunidad médica internacional, y cada vez que se requiere de su utilización los médicos no dudan en utilizarla debido a su eficacia y sencillez, que permite optimizar el diagnóstico realizado.

la impedaciometria

Timpanometría

La timpanometría es una prueba que se utiliza para evaluar la condición estructural del oído, es decir, el estado físico en el que se encuentran las estructuras, en lo cual se diferencia con las pruebas anteriormente mencionadas, ya que ellas se encargaban de evalúar el estado funcional. Generalmente se utiliza para examinar el estado del tímpano y de todas las estructuras del oído medio, pero también funciona para la cadena de huesecillos, que también son conocidos como los conductores del oído.

El instrumento que se utiliza para realizar esta prueba está denominado bajo el nombre de timpanómetro, el cual se coloca en la cavidad del oído para que emita una onda sonora de gran magnitud, la cual genera vibración en la membrana timpánica a tal punto que la misma se refleja, y a partir de el reflejo de esta vibración el doctor es capaz de determinarla rígidez de las estructuras auditivas para así establecer cual es su estado físico.

timpanometria para sordera

Además, el timpanómetro no es utilizado únicamente para medir el estado físico de las estructuras del oído, ya que también sirve perfectamente para verificar cual es el nivel de presión que se encuentra dentro del mismo. Un nivel normal de presión dentro del oído se encuentra a la misma altura que la presión del ambiente, por lo que si los resultados arrojan valores por encima o por debajo del promedio, es necesario que el médico tome medidas al respecto para que esto no empeore la situación de la sordera.

Por lo general la timpanometría viene acompañada de la realización de un audiograma, la cual consiste en una curva gráfica en la cual el médico refleja la capacidad auditiva de la persona a partir de la serie de exámenes que le fueron realizados observando cuales eran los distintos tonos que la persona era capaz de percibir. Con un audiograma el médico tiene una constancia escrita de todas las pruebas realizadas, y lo puede utilizar a lo largo de la enfermedad para verificar el progreso de la misma.

Otra de las funciones del audiograma es dejar constancia de las pruebas realizadas, de manera que si el paciente debe ser evaluado por otro médico debido a cualquier razón no sea necesario la realización de neuvas pruebas, ya que se cuenta con los resultados graficados de las realizadas anteriormente.

ls timpanometria con la sordera

Tratamiento

El tratamiento que se le puede aplicar a una persona que padece de sordera suele ser bastante varíado, debido a que cada una de las causas depende de un tratamiento distinto. Por lo tanto no se puede hablar de medidas unificadas para todos los tipos de pérdida de audición, y el médico especialista es el que se debe encargar de determinar cual será el tratamiento más adecuado para el caso particular que se encuentra en sus manos, de manera que ese caso efectivamente visualice una mejoría en su condición.

Uno de los métodos que se utiliza es la colocación de un audífono, ya sea de manera externa o de manera interna, que permita optimizar los niveles de audición de posee la persona. Un audífono consiste en un aparato mecánico cuya función es realizar el trabajo auditivo por la persona, amplificando los sonidos para que la persona escuche como si aún tuviera su sistema auditivo en excelentes condiciones.

Esta técnica se puede aplicar cuando la pérdida de la audición es parcial y no total, debido a que el audífono se encarga de mejorar la calidad de audición que posee la persona, más no es capaz de darle a la persona la capacidad de escuchar de manera totalitaria.

Otro tratamiento utilizado es la intervención quirúrgica para realizar un implante coclear, el cual funciona cuando la sordera es completa. Sin embargo son muy pocos los casos en los que esta técnica es verdaderamente efectiva, y es necesario que el médico determine todos los riesgos y las condiciones de la persona antes de realizar esta operación, para determinar que la misma verdaderamente vale la pena.

Para las personas que no son capaces de recuperar su audición bajo ningún medio, se recomienda que asistan a terapia del lenguaje en donde no solo les darán herramientas para comunicarse sin utilizar la audición (como por ejemplo el lenguaje de señas), sino que también los ayudarán a sobrellevar el hecho de que ya no posean una de sus capacidades más esenciales, lo cual si no es bien tratado puede traer consecuencias psicológicas muy graves, como la depresión del individuo.

Estas terapias psicológicas suelen ser más necesarias en adultos que en niños, ya que estos últimos son bastante versátiles y tienen la particularidad de adaptarse a cualquier situación que se les presente, por lo que el choque de perder la audición o de haber nacido sin ella no será tan fuerte como para los adultos que ya estaban acostumbrados a manejarse con ese sentido y lo perdieron.

tratamiento de sordera

Consecuencias

Como se ha podido evidenciar a lo largo del artículo, la sordera es una enfermedad que trae una gran cantidad de problemas y consecuencias para la persona que la padece, debido a que la audición es una capacidad fundamental en el desarrollo cotidiano de la persona, y si pierde este sentido se le complica un poco más desenvolverse en su vida diaria. De esta manera, alguna de las consecuencias derivadas del padecimiento de esta enfermedad son las siguientes:

Consecuencias funcionales

Cuando una persona pierde la audicón toda su capacidad de comunicarse disminuye de manera considerable, debido a que este es uno de los sentidos más involucrados en el lenguaje. En el caso de que sea un niño o un bebé quien padezca de esta enfermedad, suelen darse retrasos considerables en el desarrollo del lenguaje y el desarrollo del habla, especialmente si la afección no es diagnosticada y tratada a tiempo.

Además, las personas que sufren de problemas auditivos son mucho más propensas a tener problemas de rendimiento escolar, y por ende aumentar los números de fracaso escolar. Esto se debe a que ellos necesitan herramientas extra adecuadas a la condición que padecen, y en muchos casos estas no le son proporcionadas, por lo que se les hace imposible mantener el ritmo, por mucho que lo intenten, de los demás escolares que cuentan con sus cinco sentidos en pleno funcionamiento.

sordera y consecuencias

Consecuencias emocionales y sociales

Una persona que no tiene la capacidad de audición puede presentar muchas más problemas a la hora de comunicarse con las demás personas, lo cual suele generar estrés, frustración y desespero en la misma, especialmente si son adultos que ya se encontraban acostumbrados a hablar y comunicarse y de repente este atributo se les ve disminuido de manera considerable.

Si bien no es imposible comunicarse para los sordos si es una tarea mucho más difícil, por lo que deben poner el doble de esfuerzo en ello. Muchas veces no lo logran o se frustran porque no se comunican como querrían y suelen caer en depresión, por lo que es importante no solo estar atento ante las consecuencias físicas de la enfermedad, sino también ante las consecuencias psicológicas que pueda generar en la persona.

sordera y emociones

Consecuencias económicas

La sordera representa un problema económico tanto a nivel individual como a nivel mundial. Según los datos y cifras recogidos, son aproximadamente 750 millones de dólares los que se gastan anuales para solventar los problemas relacionados con la pérdida de la audición, y aún así siguen sin ser suficientes, de esta manera queda perfectamente ejemplificado el problema a nivel mundial en cuanto al ámbito económico.

En cuanto al ámbito individual, la mayor tasa de deserción escolar y de desempleo alrededor del mundo se encuentra entre personas que padecen de sordera, lo cual les genera un problema económico debido a que no tienen una fuente de ingresos de la cual se puedan mantener, o no se preparan para trabajar en un futuro, lo cual conlleva precariedades en esa familia.

Además, todos los tratamientos que pueden ser aplicados para curar o mejorar la condición de esta enfermedad son sumamente costosos y una gran cantidad de familias alrededor de todo el mundo no son capaces de costearlo, por lo que deben mantener al paciente con sus problemas auditivos, los cuales suelen irse agravando hasta que la persona pierde definitivamente la capacidad de escuchar.

 

 

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