Existen una gran cantidad de virus que pueden generar mútiples enfermedades, y son capaces de afectar a cualquier persona en el mundo, sin importar sus características. Entre ellos se encuentra el virus del herpes, y cuando el mismo ataca a nivel ocular a la persona, se habla de retinitis por citomegalovirus.
¿Qué es la retinitis por citomegalovirus?
Esto es una enfermedad viral catalogada como grave que afecta al globo ocular, más específicamente a la retina, la cual es el tejido o membrana encargada de recibir las ondas lumínicas del exterior para transformarlas en impulsos nerviosos o eléctricos y enviarlos al cerebro a través del nervio óptico.
Esta enfermedad es causada por cualquier virus que se encuentre en el grupo del tipo herpes (por lo general suele causarla el citomegalovirus) y puede padecerla cualquier persona, ya que es bastante común, aunque aquellos con sistemas inmunes débiles corren mayor riesgo, tales como aquellos que sufren de VIH, que han estados sometidos a quimioterapias, transplantes de médula ósea, entre otros.
Síntomas de la retinitis por citomegalovirus
En algunos de los casos, esta enfermedad se presenta sin síntoma hasta que la misma ya se encuentre bien avanzada. Sin embargo, la mayoría de los enfermos si padecen síntomas, entre los cuales se pueden mencionar los siguientes:
- Presencia de puntos ciegos en la vista de la persona, o de las comúmente conocidas como moscas flotantes (manchas en la vista).
- Problemas en la visión como por ejemplo visión borrosa y distorsionada.
Diagnóstico de la retinitis por citomegalovirus
Cuando se sospecha que una persona padece de esta enfermedad, lo primero que debe realizar el oftalmólogo es un examen ocular completo, tal como en la mayoría de las enfermedades de la vista más comunes, que incluya la prueba de agudeza visual, la dilatación de las pupilas y la oftalmoscopia. Mediante estos tres pasos, sobre todo en el dos y el tres, el oftalmólogo es capaz de examinar detalladamente la retina y establecer si la persona padece o no de esta enfermedad.
También se puede realizar un examen de fondo del ojo, el cual complementa al examen ocular completo, de manera que no queden dudas en cuanto al diagnóstico de la enfermedad. Una vez que ya está establecido que la persona padece la misma, el médico suele solicitar la realización de exámenes de sangre y de orina, para así determinar con exactitud cual tipo de virus esta causando la enfermedad y cual sería el tratamiento más adecuado para combatirlo.
Tratamiento de la retinitis por citomegalovirus
Lo primero que realiza un médico ante la presencia de esta enfermedad es recetar medicamentos para fortalecer el sistema inmunológico de la persona, como por ejemplo un tratamiento antirretroviral, ya que esto ayuda enormemente en el proceso de curación de la misma.
Específicamente para la enfermedad, existen medicamentos como el Ganciclovir, que son drogas antivirales, las cuales han demostrado ser efectivas para combatir y vencer al virus de la retinitis por citomegalovirus. Estos tratamientos tienen tres maneras diferentes de ser administrados: por vía oral, por vía intravenosa o mediante la inyección directa en los ojos del paciente. Los tres métodos cuentan con el mismo nivel de efectividad, y la utilización de uno u otro dependerá de cual sea considerado más conveniente por el médico y el paciente.
Cuando estos métodos no son tan efectivos o el proceso de curación de la persona tarda mucho tiempo y aún no ha visto mejorías, se vuelve necesario la colocación de un implante en el ojo que administre el medicamento de manera constante, hasta que la persona expulse el virus.
Una vez el paciente se ha curado, en muchos casos la retina sufre daños irreparables que afectan la visión de la persona, por lo que se recurre a la utilización de cirugía con láser para fortalecer la retina y mejorar un poco la calidad de la vista de la persona.
Pronóstico de la retinitis por citomegalovirus
Este tipo de retinitis suele empezar de manera unilateral, y si no es tratada, pasa a afectar a ambos ojos. Sin embargo, con tratamiento la mayoría de las personas suelen mejorarse de manera satisfactoria. No obstante deben mantenerse en controles médicos constante debido a que es una enfermedad que suele reaparecer, causano cada vez más daño y más deterioro a la retina, causando por ejemplo desprendimiento de retina, lo cual conduce a pérdida de la visión.
También hay un pequeño porcentaje de riesgo en el cual la persona, aún con el tratamiento adecuado, puede ir progresando perjudicialmente en la enfermedad, hasta llegar a la ceguera total, lo cual puede ser debido a que el virus se encuentra tan fuerte que los antivirales no son capaces de combatirlo.