Oncocercosis: qué es, síntomas, tratamientos y más

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la oncocercosis

Existen una gran cantidad de enfermedades oculares que se transmiten de manera viral, es decir, el virus va contaminando de una persona a otra. Una de ellas es la oncocercosis, con la cual se debe tener mucho cuidado porque sus consecuencias suelen ser bastante graves.

gusano de la oncocercosis

¿Qué es la oncocercosis?

La oncocercosis es una enfermedad de carácter parasitario, la cual también es conocida como la enfermedad de los ríos, ya que suele ser sumamente común que las personas que se sumergen en ríos de distintas partes del mundo se vean expuestos al parásito que produce esta enfermedad, ya que las moscas que lo transmiten se encuentran en lugares de acumulación de agua dulce, contagiando así a las personas.

Esta es una enfermedad que puede afectar tanto a la piel como a los ojos, generando lesiones bastante graves, y según informes e investigaciones realizadas, la oncocercosis constituye la segunda mayor causa de ceguera alrededor de todo el mundo, por lo que no es una enfermedad que debe ser tomada a la ligera.

La primera persona en descubrir esta enfermedad fue el doctor Rodolfo Robles Valverde en Guatemala, 1915, y a pesar de todos los años que han pasado desde su descubrimiento, aún no se ha avanzado de manera notoria en cuanto a investigaciones sobre esta enfermedad respecta, incluso cuando son varias las personas que han realizado estudios relacionados con esta enfermedad, entre los cuales se puede mencionar a Rafael Pacheco Luna, Tácito Molina y Victor Calderón. (ver artículo: enfermedades oculares raras)

Una de las razones por las cuales es posible que no se haya avanzado tanto en lo que a la investigación de esta enfermedad se refiere, puede ser debido a que suele producirse en zonas precarias, donde predomina la agricultura y las personas subsisten de esto. En estos lugares es muy fácil contagiarse de distintas enfermedades y muy difícil conseguir atención médica óptima para tratar los casos, por lo que no muchas personas buscan aventurarse a las mismas.

presencia de oncocercosis

Causa y transmisión de la oncocercosis

La oncocercosis es una enfermedad causada por un parásito en forma de gusano nematodo, conocido por el nombre de Onchocerca Vovulus, el cual se ubica y prolifera mayormente en zonas rurales y de precarias condiciones, cerca de ríos de agua dulce, como los países de África y algunos latinoamericanos. Por lo general esta bacteria se incuba dentro de los ríos o en sus alrededores, y es aquí donde las moscas que la transmiten adquieren el virus y a su vez lo desarrollan en su interior, dejándole crecer de manera paulatina y gradual.

A su vez, este parásito es transmitido a las personas mediante a través de la picadura de varias especies de moscas negras conocidas como Simulium, que habitan y se reproducen en ríos rápidos y arroyos, que es donde suele proliferan la enfermedad, de aquí el nombre cotidiano de la enfermedad.

oncocercosis1

La transmisión se produce cuando una mosca que lleva el parásito pica a una persona, transmitiéndole los gusanos. Una vez que estos crecen dentro del organismo de la persona, producen larvas embroniarias conocidas como microfilarias, las cuales se expanden hacia la piel, los ojos, y en algunos casos, otras partes del cuerpo. Las epidemias se producen cuando una persona infectada es picada por una mosca hembra, la cual ingiere la sangre con las larvas y las cultiva hasta picar a otra persona y transmitírselas.

De las enfermedades oculares o de los ojos, es una de las más graves o peligrosas, debido a que no solo afecta el área ocular sino también otros órganos y partes del cuerpo, causando una gran cantidad de molestias a las personas y siendo además uno de los principales factores por los cuales las personas se quedan ciegas de manera permanente. (ver artículo: dellen corneal)

Es por esto que se debe ser muy cuidadoso al entrar en áreas donde la epidemia se encuentra propagada o al entrar en contacto con alguien que ha visitado estos lugares, de manera que se pueda evitar lo más posible estar expuestos a contraer esta enfermedad y así mismo transmitirla a otros.

Síntomas de la oncocercosis

La mayoría de los síntomas que produce esta enfermedad son cutáneos, es decir, se manifiestan en la piel de la persona infectada, aunque también se ven perjudicados los ojos. Entre estos síntomas se pueden encontrar los siguientes:

  • Respuestas inflamatorias en la piel donde se desplazan los gusanos parasitarios.
  • Afecciones que desfiguran la piel.
  • Prurito o comezón intensa.
  • Presencia de sarpullidos.
  • Ceguera parcial que puede convertirse en ceguera total.

síntomas de la oncocercosis

Esta enfermedad suele causar la pérdida permanente de la visión cuando no es tratada debido a que afecta directamente a la córnea, donde las microfilarias se establecen y proliferan. Cuando se vuelve muy grave puede generar queratitis tanto punteada como esclerosante, lo cual produce que la córnea se vaya opacando de manera gradual hasta que finalmente se guera la pérdida permanente de la visión. (ver artículo: distrofia corneal)

Si una persona reconoce los síntomas a tiempo y logra ser diagnosticada de manera efectiva se puede prevenir la ceguera permanente en ella, sin embargo debido a las condiciones en las cuales se desarrolla la enfermedad esto suele ser bastante difícil de lograr. Es por esto que se considera un logro detener la enfermedad y eliminar a las bacterias incluso cuando esto produce que la persona pierde de manera parcial la visión o quede con cicatrices en la piel debido a los nódulos que le aparecieron.

la oncocercosis afecta la cornea

Diagnóstico de la oncocercosis

La primera causa que genera sospechas de que una persona padezca de esta enfermedad proviene del hecho de que hayan sido expuestos durante un tiempo prolongado a lugares o áreas donde se encuentren epidemias de esta enfermedad. Cuando una persona viaja por alguna razón a estos sitios y luego sale de los mismos, sería ideal que pasara por un chequeo médico para verificar que no padece la enfermedad y la puede transmitir a otras comunidades, convirtiéndose en un peligro.

Para confirmar las sospechas, se debe realizar el diagnóstico médico, el cual cuenta con varias etapas. Como se trata de una enfermedad que no solo afecta a los globos oculares sino también a la piel, la primera parte del diagnóstico consiste en realizar una biopsia de la piel, la cual permite analizarla y detectar si hay algún parásito alojado.

bacteria de la oncocercosis

La biopsia cutánea que se realiza para diagnosticar suele ser un procedimiento bastante sencillo y sin complicaciones asociadas, el cual consiste en extraer un pequeño pedazo de la protuberancia anómala que presente la persona en la piel y colocar esta extracción en suero salino durante 24 horas seguidas.

Posterior a esto se coloca en el lente de un microscopio, para de esta manera observarlo a detalle y detectar la presencia de los parásitos. Estos procedimientos no suelen durar más de 20 minutos, y en la mayoría de los casos, no requieren anestesia.

Luego de la biopsia cutánea, se procede a la evaluación ocular, para determinar los daños que ha producido la enfermedad en los globos oculares. Durante esta etapa del proceso se debe realizar una exploración oftalmológica con lámpara de hendidura, la cual consiste en colocar a la persona bajo la lámpara de hendidura, y esta permite examinar de manera detallada el ojo y las estructuras oculares de la persona, pudiendo así detectar cualquier anormalidad y el estado de la misma.

lampara de hendidura para detectar oncocercosis

La exploración oftalmológica realizada con lámpara de hendidura no suele tardar más que unos pocos minutos, y es un procedimiento que se caracteriza por no ser invasivo, por lo que no causa ningún tipo de consecuencias adversas y además permite establecer un diagnóstico detallado y bastante completo del estado en el cual se encuentra el ojo. Estas dos pruebas suelen ser las más comunes utilizadas por los médicos para diagnosticar la enfermedad, y con ellas dos suele ser suficiente.

Cuando el diagnóstico después de realizar las pruebas ya mencionadas aún se encuentra confuso o el doctor posee dudas sobre el mismo, puede recurrir a otros métodos y exámenes, como por ejemplo el Test de Mazzoti, el cual se basa en aplicar un antiparasitario al paciente y observar la manera en que los gusanos reaccionan para determinar si efectivamente es el parásito de la oncocercosis.

Sin embargo el Test de Mazzoti no suele ser muy recomendado porque conlleva efectos secundarios bastantes graves, por lo que en su lugar se ha sugerido utilizar los mismos medicamentos pero en forma de parche sobre las zonas cutáneas afectadas, de manera que se pueda observar la reacción de la bacteria sobre esa área específica de la piel, sin necesidad de utilizar un procedimiento más invasivo y peligroso.

También en algunos casos de utilizan pruebas serológicas de anticuerpos para establecer la presencia de algún virus en el individuo, pero estas no suelen ser muy efectivas debido a que si bien detectan la presencia de un virus no especifican cual virus es, por lo que la persona puede estar albergando cualquier otro tipo de virus de manera pasiva y no el que produce la oncocercosis.

virus onchocerca de la oncocercosisAsí mismo, hay veces que las personas que han vivido en zonas donde este virus es epidémico pueden presentarlo en su organismo pero sin que el mismo genere una reacción activa, es decir, no produce ningún tipo de efecto y tampoco puede contagiar a otras personas.

Otra manera de diagnosticar la enfermedad y el estado en el que se encuentra es mediante la realización de una ecografía a los nódulos que aparecieron como consecuencia de los parásitos, lo cual permite establecer en que estado de desarrollo se encuentran los gusanos y que tan grave puede ser el daño que causarían.

También se considera útil la determinación de antígenos o el uso de reacción de la cadena polimerasa, pero estas son pruebas bastante reducidas que no se encuentran en todas partes del mundo, y debido a que la gran mayoría de los casos de oncocercosis se encuentran en zonas rurales y de bajos recursos, es muy difícil que las personas infectadas tengan acceso a este tipo de pruebas, por lo que suelen quedar descartadas a la hora de realizar el diagnóstico.

Es de suma importancia mencionar que para diagnosticar y tratar esta enfermedad es necesario que trabajen varios médicos especialistas en conjunto, debido a que no solo afecta a una estructura u órgano del cuerpo, sino que afecta a varios.

Por lo general, se convoca a un profesional experto en patología tropical y a un oftalmólogo nada más, pero si estos dos lo consideran necesario, pueden pedir la opinión de cualquier otra categoría de médico para que los ayude a administrar el tratamiento más efectivo y adecuado para el paciente con la enfermedad en cuestión.

medicos para diagnosticar oncocercosis

Tratamiento de la oncocercosis

Existe un único medicamento conocido en la actualidad que es capaz de actuar eficazmente para curar a las personas con oncocercosis. Este es la ivermectina, y la misma actúa matando a las microfilarias. Este tratamiento suele durar más de 6 meses, estimándose años para que los gusanos sean eliminados en su totalidad.

Si las microfilarias son todas jóvenes, es decir, aún no han madurado totalmente, el tratamiento suele ser administrado durante menos tiempo ya que la medicina suele eliminar de manera más rápida, pero cuando hay presencia de microfilarias adultas el pronóstico se complica mucho más, por lo que la persona se ve obligada a estar bajo tratamiento durante una gran cantidad de años antes de finalmente poder decir que la bacteria ha sido totalmente eliminada del organismo.

ivermectina para oncocercosisLa manera de administrar este medicamento es vía oral, cada 6 meses aproximadamente, dependiendo del grado de parásitos que se encuentren en el cuerpo.

Este fármaco se administra solamente dos veces al año debido a la potencia de sus agentes químicos, lo que logra que surta efecto durante 6 meses completos, es decir, durante todo este lapso de tiempo, la cantidad de gusanos encontrados en el cuerpo de la persona van disminuyendo gradualmente. De esta forma, se debe seguir administrando la dosis hasta eliminar a todos los parásitos encontrados.

En algunos casos, las personas no se ven afectadas solamente por la bacteria Onchocerca Vovulus, sino que además se encuentran otro tipo de bacterias y parásitos en su cuerpo que le generan síntomas y le empeoran la enfermedad que ya padecen, por lo que en estos casos se deben recurrir a la utilización de más tratamientos aparte de la ivermectina, de manera que se logre combatir a todos los parásitos que aloja el cuerpo del individuo.

tratamiento de oncocercosisUno de los parásitos que puede atacar aparte de la bacteria de la oncocercosis es el gusano Loa Loa, el cual es otro parásito perteneciente a la categoría de nematodo filárico endémico, y se encuentra más que todo en países subdesarrollados de África. (ver artículo: consecuencias y secuelas del derrame cerebral)

Cuando esta bacteria también se encuentra en el organismo, el tratamiento con ivermectina puede llegar a producir daños a nivel de un derrame cerebral debido a que los gusanos se movilizan e invaden el cerebro, por lo cual si se encuentra la Loa Loa durante el diagnóstico, el tratamiento debe ser acompañado de doxicilina y abendazol, o de algún otro antibiótico que el médico considere necesario, lo cual permite que el tratamiento trabaje de manera exitosa y que se produzcan perjuicios mayores en el individuo.

Otra bacteria que puede estar presente al mismo tiempo que la Oncocherca Vovulus es la Wolbachia, la cual es un endosimbionte de la Onchocerca. Cuando se encuentra este parásito en un diagnóstico de oncocercosis, es necesario que se incluya al tratamiento antibióticos como doxicilina, azitromicina y rifampicina, los cuales resultan ser bastante efectivos para acompañar a la ivermectina y combatir en conjunto las bacterias ya mencionadas. (ver artículo: enfermedades del cerebro)

medicina alternativa para oncocercosisEn algunos casos también se vuelve necesario realizar una intervención quirúrgica para extirpar los nódulos subcutáneos que aparecieron en la piel de la persona a lo largo de la enfermedad. Sin embargo este procedimiento solo se aplica cuando los mismos no desaparecen luego de varios años de tratamiento, y se deben tomar en cuenta muchos factores antes de realizar la operación para determinar que efectivamente este procedimiento es el más ventajoso para el individuo en cuestión.

También en algunas ocasiones se receta la utilización de fármacos de carácter veterinario, tales como la moxidectina y el closantel, si el proveedor de atención médica así lo considera necesario para el beneficio del paciente.

medicamento veterinario para oncocercosis

Distribución geográfica de la oncocercosis

La oncocercosis es una enfermedad que prolifera mayormente en zonas tropicales, es decir, en zonas cuyo clima es cálido y suele contar únicamente con dos estaciones, la de lluvia y la sequía. Esto se debe a que en zonas donde se presentan etapas de invierno las bacterias de este estilo no sobreviven, lo cual supone una ventaja para los países con cuatro estaciones.

De esta manera, el 99% de los casos de oncocercosis en la actualidad de encuentran en países del continente africano, aunque también se visualizan casos de países con esta epidemia en Yemen y en América del Sur.

Respecto a los países africanos, son 31 los cuales actualmente cuentan con personas infectadas con esta bacteria, los cuales son los siguientes: Sierra Leona, Senegal, Angola, Benin, Camerún, Côte d’Ivoire, Burkina Faso, República Unida de Tanzania, Burundi, Togo, Ghana, República Centroafricana, Malawi, Mozambique, Níger, Nigeria, Guinea-Bissau, Gabón, Rwanda, Uganda, Etiopía, Guinea, Chad, Guinea Ecuatorial, Liberia, Kenia, República Democrática del Congo, Mozambique, Malí, Sudán y Sudán del Sur.

En cuanto a los países de América del Sur en los cuales se encuentra la enfermedad, son 6 en total según la OMS, los cuales son: Venezuela, Ecuador, México, Brasil, Colombia y Guatemala. No obstante, en declaraciones recientes, tanto Colombia como Ecuador han dado a conocer que han erradicado completamente la epidemia de oncocercosis en sus territorios, y no mucho tiempo después México y Guatemala dieron las mismas declaraciones, aún cuando a ellos les costó un poco más acabar con la epidemia.

Por otro lado, aún en la actualidad se siguen observando brotes y epidemias de oncocercosis en Brasil y Venezuela, a pesar de todos los esfuerzos que se han realizado para intentar acabar de una vez por todas con esta enfermedad.

En cifras globales, son aproximadamente 120 millones de personas las que viven en los países ya mencionados anteriormente, es decir, esta es la cantidad de personas que se encuentran expuestas al riesgo de contraer la enfermedad, y así mismo son 17.7 millones de personas alrededor de todo el mundo las que actualmente padecen de oncocercosis, de las cuales ya 270.000 se encuentran ciegos de manera permanente y 500.000 van en vías de esto, contando con problemas de visión severos y probablemente irreversibles.

Debido a que, como ha quedado evidenciado, la mayoría de los países en los cuales se observa la proliferación de esta enfermedad son países pobres o subdesarrollados que cuentan con pocos recursos y se les hace prácticamente imposible erradicar o siquiera combatir enfermedades de este estilo, las compañías que producen la ivermectina lo distribuyen de manera masiva para evitar que haya microfilarias en las personas. Si bien es un problema bastante difícil de erradicar, ellos buscan aportar de alguna manera para disminuir la problemática.

lugares donde se produce la oncocercosis

Pronóstico de la oncocercosis

Si una persona es diagnosticada y tratada a tiempo, la enfermedad es capaz de ser erradicada a lo largo de los años, luego de cumplir con el tratamiento pertinente. No obstante, debido a los lugares en los cuales prolifera la enfermedad, es sumamente difícil realizar el diagnóstico a tiempo, o dado el caso, siquiera contar con médicos que logren atender las necesidades de la población. (ver artículo: enfermedades de la vista más comunes)

Debido a lo ya mencionado, muchas veces la enfermedad avanza hasta sus estadios más graves sin recibir ningún tipo de tratamiento, volviéndose imposible erradicarla así se inicie con el tratamiento. Es por esto que esta enfermedad es considerada la segunda causa de ceguera alrededor de todo el mundo, ya que una vez que la misma avanza y llega a etapas irreversibles, la persona llega a perder la visión de manera permanente, aún cuando las bacterias logren ser eliminadas del organismo de la persona.

ceguera por oncocercosis

Prevención de la Oncocercosis

A pesar de ser una enfermedad tan grave y con un pronóstico tan complicado, aún no existen vacunas o medicamentos que sirvan para prevenir la infección o el contagio de la oncocercosis, en parte también debido a lo poco que se ha investigado respecto a esta enfermedad. Por esto, se vuelve muy difícil evitar que las personas que viven en zonas de contagio se vuelvan inmunes a la enfermedad o no la contraigan.

Lo que si se ha podido lograr en pro de la prevención de esta enfermedad es una serie de programas que se han ido desarrollando a lo largo de la historia, y que en distintos puntos del tiempo han sido eficaces para evitar el contagio de grandes números de individuos en distintas partes del mundo. Si bien estos programas no cumplieron su cometido porque buscaban erradicar en su totalidad a la enfermedad, si lograron grandes cosas, evitando epidemias y pandemias mucho más graves para la humanidad de lo que fueron realmente.

exitos de la OMS sobre la oncocercosis

El primer programa desarrollado fue el programa de Lucha contra la Oncocercosis, el cual fue llevado a cabo entre 1974 y 2002, y consistió en la fumigación masiva de África Occidental en contra de las moscas negras a través de la repartición de insecticida a través de helicópteros y aviones, lo cual resultó ser bastante efectivo para erradicar la proliferación de las mismas y además se complementó con la repartición masiva de ivermectina a toda la población, actividad que se realizó en el año 1989.

Gracias a este programa, 40 millones de personas se vieron libres de riesgos de ser contagiadas por la enfermedad, y alrededor de 600.000 personas se libraron de perder la visión de manera permanente, y se previno que 18 millones de infantes nacieran con el riesgo de contraer la enfermedad, considerándose de esta manera un verdadero éxito la implementación de este programa. Además, se recuperaron grandes hectáreas de cultivo, las cuales dieron abasto para alimentar durante años a millones de personas.

Otro programa que fue llevado a cabo como medida en contra de esta enfermedad fue el Programa Africano de Lucha contra la Oncocercosis, el cual fue llevado a cabo desde 1995 hasta el año 2015, y consistió básicamente en la repartición de manera constante del medicamento de ivermectina, de manera que las personas pudieran tener acceso a sus dosis bianuales de manera segura.

Gracias a la aplicación de este programa, 119 millones de personas recibieron el tratamiento que necesitaban, y al cierre del programa, aproximadamente un millón de personas ya no requerían del tratamiento porque se encontraban totalmente curados, sobre todo en las poblaciones de Uganda y Sudán,. demostrándose así la efectividad y el éxito que representó este programa para los países infectados de África.

Oncocercosis en Africa

A pesar de la finalización de este programa, durante el año 2016 se continuó con la distribución y administración del tratamiento de ivermectina en una gran cantidad de países de África que contaban con personas que padecían de esta enfermedad. Gracias a este tratamiento se logró llegar a más de 129 millones de personas, representando en cifras el 65.3% de la cantidad de personas que necesitan del tratamiento para su recuperación definitiva a nivel mundial, siendo así más de la mitad.

Así como estos, se han desarrollado muchos otros programas en conjunto con la OMS que cumplen con los mismos objetivos: erradicar la oncocercosis de manera definitiva a nivel mundial. Si bien esto no se ha logrado, se han salvado a muchísimas personas de las peores fases de la enfermedad, y así mismo se ha ayudado a muchas otras a prevenir el contagio y la expansión de la misma.

fumigacion para prevenir oncocercosis

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