Existen múltiples enfermedades que puedan afectar la visión de los individuos, las cuales se producen debido a diversos motivos. Una de ellas es el pterigión, que no es más que la inflamación de la conjuntiva. En el siguiente artículo se explicará todo respecto a ella.

¿Qué es el pterigión?

Cuando se habla de pterigión se hace referencia a la aparición de un tejido inflamatorio en la estructura conocida como conjuntiva del ojo, el cual se extiende de manera gradual hasta la córnea. Si bien suele ser molesto e impactante a la visión, no genera mayores complicaciones, ya que es  un tumor completamente benigno. Sin embargo se debe tener cuidado con él, porque como todas las enfermedades, genera consecuencias, y más aún en una estructura tan delicada como los ojos.

Un pterigión puede surgir individual o pueden surgir de manera colectiva, en este caso se habla de pterigiones. No suelen causar mayor dolor, pero si pueden generar incomodidad y causar distorsión en la vista que pueden llevar al ojo a no cumplir correctamente sus funciones, cometiendo por ejemplo, errores de refracción. Por esto, es de mucha importancia tratar con esta enfermedad a tiempo y de manera efectiva.

Partes del ojo involucradas

Como ya mencionó, este es un tejido que surge como una inflamación de la conjuntiva, sin embargo, esta no es la única estructura involucrada, ya que se observan daños también en la córnea.

La conjuntiva

La conjuntiva es un tejido o capa membranosa transparente y de suma delgadez, que se encarga principalmente de cubrir y proteger la parte interna del párpado y la parte blanca del ojo (también conocida como esclerótica). Lo que ayuda a este tejido a cumplir sus funciones de manera eficiente es una serie de vasos sanguíneos que se ubican en el mismo, los cuales son tan pequeños que no son visibles ante el ojo humano.

Cubrir y proteger no son sus únicas funciones, aparte de esto también se encuentra la función esencial de ser parte del mecanismo de lubricación del ojo, ayudándole a producir lágrimas, mucosidad y aceites, evitando así la entrada de bacterias y agentes extraños al ojo, lo que contribuye a la prevención de distintas enfermedades oculares, como por ejemplo la conjuntivitis.

Esta es una estructura que  a pesar de ser bastante pequeña de tamaño, se encuentra a su vez dividida en tres partes de acuerdo a su ubicación, las cuales son las siguientes:

• Conjuntiva palpebral o dorsal: se ubica próxima a la línea del párpado.
• Conjuntiva bulba u ocular: rodea el globo ocular.
• Conjuntiva fornix: representa el punto de unión entre las dos conjuntivas ya mencionadas.

La córnea

Al igual que la conjuntiva, la córnea también es una membrana transparente cuyas funciones principales son las de cubrir y proteger, sin embargo, la diferencia radica en que la córnea se encuentra ubicada en la parte anterior del ojo, y las estructuras que se encarga de proteger son el iris, la pupila y el cristalino. Además recibe las ondas lumínicas que emite el exterior, lo cual permite al cerebro interpretar que es lo que está visualizando.

Síntomas del pterigión

Al principio de la aparición del pterigión no suelen aparecer síntomas visibles y distinguibles para las personas. Sin embargo, a medida que la enfermedad va avanzando se vuelve mucho más claro que tipo de afección se está generando, lo que permite a la persona recurrir al tratamiento adecuado. Entre los síntomas de esta enfermedad se encuentran los siguientes:

• Ardor en el ojo afectado.
• Sensación de un cuerpo extraño que invade el ojo (o la sensación de tener arena en el ojo).
• Picazón en el ojo.
• Ojos enrojecidos debido a la inflamación.
• Lagrimeo anormal.
• En casos muy avanzados, afecta de manera perjudicial la visión.

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Un pterigión se puede dar tanto en un ojo, conociendo como pterigión unilateral, o en los dos ojos, a lo cual se le da el nombre de pterigión bilateral. Así mismo puede afectar al ojo tanto del lado que se encuentra más cercano a la nariz, como del lado que se encuentra más cercano a la oreja, respecto a esto no existen limitaciones en su aparición.

Causas del pterigión

No existe diagnosticada una causa exacta por la cual surge esta enfermedad, sin embargo se tienen vario indicios claves que hasta el momento son los más acertados al momento de mencionar una causa por la cual una persona sufre de un pterigión. Entre estas causas se encuentran las siguientes:

• Exposición durante un tiempo excesivamente largo a la luz solar.
• Una persona afectada por tener ojo seco.
• Exposición excesiva a agentes irritantes como el polvo, la suciedad, la humedad, el humo, la sequedad.
• Expoisición a agente químicos tóxicos para el globo ocular.
• Permanecer durante un largo tiempo sin las horas de sueño necesarias para el cuerpo.
• Exposición a situaciones de estrés extremo.

De esta manera, se puede observar como las personas que corren mayores riesgos de contraer esta enfermedad son aquellos que trabajan o que se encuentran la mayor parte del tiempo al aire libre, expuestos a diversos agentes, entre ellos los rayos ultravioleta, los cuales se consideran hasta ahora los principales causantes del surgimiento de un pterigión.

A esta enfermedad también se le conoce como ojo del surfista, aunque no porque todos los surfistas sufran de esta condición, sino debido a que las condiciones normales a las que se ve expuesto un surfista son justamente las que propician la aparición de un pterigión en la persona, es decir, un ambiente de playa con exceso de sol y agentes nocivos para la vista como la arena.

También es de gran importancia la edad en el surgimiento de esta enfermedad, ya que es sumamente raro la aparición de un pterigión en niños y personas jóvenes, por lo general una persona se vuelve propicia a desarrollar esta inflamación a partir de los 30 o los 40 años de edad. No obstante igual es importante cuidarse la visión desde jóvenes, para así asl crecer evitar este tipo de enfermedades que se generan con la edad. (ver artículo: enfermedades oculares raras).

Diagnóstico del pterigión

Por lo general el diagnóstico para determinar la aparición de un pterigión no suele conllevar mayores complicaciones, debido a que su apariencia externa resulta bastante fácil de identificar. Para diagnosticarla, el oftalmólogo o médico especialista a cargo simplemente debe realizar un examen oftalmológico básico con una lámpara de hendidura, que le permita visualizar a detalle todas las estructuras del ojo.

Una vez que el proveedor de atención médica realizar el examen ya mencionado, es capaz de determinar las características específicas del pterigión en cuestión, para de esta manera proceder a aplicar el tratamiento más adecuado para el caso que se le presenta.

Este examen es muy útil realizarlo también para diferenciar la aparición de un pterigión con la aparición de una pinguécula, ya que suelen confundirse bastante a pesar de no ser la misma enfermedad, y por lo tanto, no tratarse de la misma manera.

Cuando el tumor benigno se vuelve más grande, se suelen realizar también tomografías y topografías corneales, de manera que se pueda en primer lugar visualizar el crecimiento del mismo, y en segundo lugar detectar si ha causado algún tipo de daño más severo a otras estructuras, como por ejemplo la córnea, que puedan generar problemas más graves para el individuo.

Tratamiento del pterigión

Al tratarse de una enfermedad benigna, no todas las personas consideran acudir al médico como necesario al momento de desarrollarse esta enfermedad. De esta manera, se pueden encontrar tratamientos tanto naturales como médicos, y la efectividad de los mismo dependerá del avance y tamaño del pterigión.

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Tratamientos naturales

Este tipo de tratamientos o remedios caseros son recomendados para cuando el pterigión se encuentra en sus fases iniciales, es decir aún el tumor no ha avanzado mucho en tamaño. Existen infinidades de remedios caseros, de los cuales las personas eligen con el cual se sienten más cómodas o el que consideran más efectivo. Entre estos tratamientos naturales se encuentran:

Dieta saludable

La aplicación de una dieta saludable por si sola no es suficiente para tratar la aparición de un pterigión, sin embargo es fundamental para complementar a otros tratamientos. Las principales recomendaciones que se pueden ofrecer para mantener una dieta saludable es comer alimentos ricos en vitamina C y luteína, debido a que las primeras son antioxidantes y las segundas facilitan que los rayos UV del sol se filtren, previniendo de esta manera enfermedades oculares o de los ojos como la degeneración macular, la ceguera temporal, entre otras.

También es importante mantener al cuerpo hidratado en todo momento, debido a que la falta de hidratación en los ojos vuelve a la persona más propensa a contraer enfermedades relacionadas con el ojo seco. Hidratarse no consiste solamente en tomar agua, sino también comer alimentos que ayuden a hidratar al organismo, como lo son los vegetales naturales crudos. De esta manera no solo se contribuye al tratamiento del pterigión, sino también se trabaja en pro de la prevención de otras enfermedades de los ojos.

Colirio natural

Este se puede realizar en base a varios ingredientes, los cuales son todos caseros y fáciles de encontrar, además de económicos. Un ingrediente realmente efectivo es el pepino, debido a que tiene la propiedad de relajar el cansancio en los ojos, humedecerlos para hidratarlos y aliviar el enrojecimiento de los mismos. Con simplemente colocar unas rodajas de pepino justo después de cortarlas sobre los párpados, ya se sienten notablemente las mejoras.

La utilización de la vid roja o agua de sarmiento también es considerada sumamente efectiva para disminuir la inflamación y el picor de los ojos. Para esto simplemente se deben echar un par de gotas en forma de colirio directamente de la planta, sin almacenar el líquido y luego aplicarlo porque pierde su efecto.

Otro colirio natural que ayuda de manera bastante efectiva a la curación del pterigión es la manzanilla, debido a sus propiedas antisépticas y antinflamatorias. Para utilizar la manzanilla, simplemente se debe realizar una infusión de la misma colocando a hervir agua con hojas de esta, y luego que este lista humedecer un trapo o gasa con esta infusión y colocarlo de manera bastante cuidadosa directamente sobre los párpados.

El perejil también es considerado sumamente eficaz para contribuir en la cura de esta enfermedad. Se utiliza mediante la preparación de un té de perejil, el cual se utiliza para lavar los ojos de manera regular. Otra manera de lavar los ojos para aliviar la inflamación es con el té verde, el cual es también bastante utilizado por su efectividad como calmante. Las bolsas de té verde aplicadas directamente sobre el ojo del enfermo también resultan efectivas como tratamiento.

Antioxidantes

Existen varios antioxidantes que pueden realizar de bastante utilidad a la hora de evitar el progreso y desarrollo de la enfermedad, ya que su principal función es evitar el daño o reducirlo en las células.

Entre los antioxidantes que pueden ayudar de manera considerable a la visión se encuentran el arándano y el alquequenje. Estos se pueden aplicar o tomar mediante suplementos alimenticios que los contengan, y resultan sumamente útiles no solo para detener la formación de la carnosidad o tumor, sino también para prevenir otras enfermedades oculares como lo son las cataratas, la ceguera nocturna, la degeneración macular, entre muchas otras.

Grosellero negro

El grosellero negro más allá de ayudar al enfermo a curarse del pterigión, sirve para mejorar la vista de la persona que posea esta carnosidad. Se puede ingerir mediante preparados que contengan frutos de grosellero negro, y su principal función consiste en ayudar al individuo a captar mejor la luz emitida por el exterior que lo rodea.

Aloe Vera

Debido a sus propiedades medicinales de carácter anti-hongos, anti-bacterianas y anti-virales, el aloe vera resulta sumamente beneficioso a la hora de ser usado como un remedio casero para combatir el pterigión.

Su aplicación resulta bastante sencilla: se puede utilizar un gel de aloe vera, colocándolo directamente sobre el ojo afectado, o utilizarlo en su presentación de compresas calientes. De ambas maneras, este remedio ayuda a aliviar de manera considerable el ardor y la picazón que el enfermo experimenta en el ojo con pterigión.

Semilla de hinojo

La principal función de las semillas de hinojo es reducir la hinchazón, la inflamación y la irritación de los ojos, para los cual resultan ser bastante efectivas. La aplicación de estas es sumamente sencillo, solo se debe preparar una solución de agua y semillas y utilizarla para lavar los ojos varias a veces al día, hasta que se sienta de manera considerable la mejora.

Vinagre o sidra de manzana

El ácido del vinagre de manzana es utilizado principalmente para reducir el Ph del ojo, lo cual no solo detiene el crecimiento de la protuberancia tumoral, sino que también hace que esta disminuya de manera paulatina. Lo único que se tiene que hacer es diluir la sidra de manzana en agua y luego aplicar esta mezcla directamente en el ojo, durante por lo menos una vez al día.

Aceite de ricino

El aceite de ricino es considerado un tratamiento de suma eficacia debido a sus propiedades antinflamatorias, que ayudan a reducir de manera considerable la inflamación del ojo, y al mismo tiempo revierten el crecimiento del pterigión. Lo único que se debe hacer es aplicar el aceite de ricino en pocas cantidades directamente sobreel ojo afectado, durante varios días hasta que se observe la mejora.

Tratamiento médico

Cuando una persona acude al médico por un posible pterigión y es diagnosticada de manera positiva con esta enfermedad, los médicos suelen recetar gotas o  ungüentos lubricantes oculares para detener la inflamación e hinchazón y curar el tumor. Entre las gotas que pueden enviar se encuentran las gotas vasoconstrictoras, las gotas lubricantes o las gotas con esteroides, las cuales dependerán del caso individual que presente cada persona.

Otro tratamiento que también es utilizado es son las lágrimas artificiales, que permiten lubricar los ojos de manera rápida y efectiva. En caso de que el ptegirión se encuentre acompañado de un ojo seco, se suele indicar la utilización de ciclosporina, idear para tratar estos casos.

En algunos casos también, dependiendo del médico que trate la afección, también se ha llegado a considerar el uso de lentes de contacto para cubrir el tumor y protegerlo de la falta de hidratación del ojo y de la exposición extra e innecesarias a los rayos UV del sol.

Tratamiento quirúgico

Cuando el tumor se vuelve más grave, y empieza a afectar directamente la visión, se vuelve necesaria la realización de una cirugía para extirpar de manera quirúrgica el pterigión. Esta cirugía puede traer ciertas complicaciones, por lo que se debe utilizar solo si es absolutamente necesaria, es decir, cuando el paciente se encuentre verdaderamente bajo riesgo o cuando todos los demás tratamientos aplicados hayan fallado.

La cirugía suele ser bastante sencilla, con una duración no mayor a 45 minutos, y puede ser realizada tanto en el consultorio como en un quirófano, debido a que es un procedimiento ambulatorio que trabaja con anestesia local, todo dependerá de las necesidades del paciente.

Para realizar la operación se coloca la anestesia y una vez que esta surja efecto se abre el ojo con la utilización de un separador. Una vez que se tiene a la persona bien ubicada, se coloca bajo un microscopio y se le indica que vea un punto determinado. De esta manera se realiza la extirpación de manera bastante cuidadosa del tumor y se colocan suturas absorbibles o suturas normales, las cuales serán retiradas al cabo de unas semanas.

Luego de realizada la operación, la persona debe utilizar un parche durante máximo tres días, para proteger el ojo de cualquier agente perjudicial externo, incluyendo los rayos UV. El ojo tarda varias semanas en recuperarse, y durante todo el tiempo que aún permanezca rojo es necesario que la persona utilice gafas de protección solar.

Pronóstico

La totalidad de los casos de personas que sufren de esta enfermedad salen curados de la misma, utilicen el tratamiento que utilicen. El índice de riesgo es sumamente bajo, y no suele generar consecuencias sumamente desastrosas. Inclusive cuando una persona es sometida a la intervención quirúrgica, el post-operatorio suele resultar exitoso, obteniendo resultados favorables para la persona. Sin embargo, siempre existe riesgo de peligro, en especial de recurrencia del pterigión, como toda enfermedad e intervención quirúrgica.

Complicaciones

Las complicaciones que pueda generar esta enfermedad provienen en su mayoría de la realización de la cirugía, sin embargo, como ya fue mencionado, son muy pocos los casos en los cuales se presentan estas situaciones. Entre las complicaciones que se pueden generar de la extirpación se encuentran las siguientes:

• Atrofia del globo ocular.
• Ceguera total.
• Cicatrización córneal.
• Cicatrización conjuntiva,.
• Problemas en la transparencia de la zona.
• Ulceración.
• Perforación.
• Granuloma.
• Recidiva precoz (o la reaparición del tumor).
• Hipotonía.
• Herida filtrante.
• Inflamación extrema.
• Infecciones oculares.
• Queratopatía bullosa.
• Cataratas.

Como ya mencionó, existen pocas probabilidades de que las enfermedades mencionadas anteriormente ocurran, sin embargo la persona no se encuentra exenta de correr estos riesgos, por lo cual debe agotar todas sus opciones antes de someterse al tratamiento quirúrgico, y debe además trabajar con un médico experto en el área.

No obstante, existen dos situaciones a las cuales las personas si se ve completamente expuesta al momento de realizarse una intervención quirúrgica de este estilo: desarrollar astigmatismo y la recurrencia del tumor.

Respecto al astigmatismo, la mayoría de las personas que son sometidos a la operación de extirpación de pterigión desarrollan posteriormente esta enfermedad, por lo que la incidencia en la misma tiene altas probabilidades. De igual forma, si una persona ya sufría de astigmatismo, lo más probable es que luego de la operación empeore, por lo cual es necesario considerar muy bien y detenidamente las opciones antes de tomar cualquier decisión.

La recurrencia también es bastante común con este tipo de tumores, aún cuando la operación es realizada. Según las estadísticas, existen un 40% de probabilidades de que las personas que sufren de un pterigión, una vez curados, vuelvan a desarrollar el mismo tumor. Por esto, existen varias técnicas que han resultado ser efectivas como método para evitar la reaparición de la protuberancia, entre las cuales se encuentran el autoinjerto conjuntivo autólogo, la mitomicina C y las gotas oftálmicas con esteroides.

Si bien los tratamientos anteriormente mencionados no pueden evitar de manera total la reaparición de un pterigión, si funcionan para disminuir las probabilidades de que esto ocurra, evitándole a la persona volver a tener que ser sometida a los distintos tratamientos que esto requiere, y que deteriora la visión poco a poco.

Prevención

Las medidas de prevención que serán mencionadas a continuación son útiles tanto para prevenir la aparición por primera de esta enfermedad como para evitar la reincidencia en la misma, por lo tanto, deberían ser tomadas en cuenta como hábitos en todos los individuos, especialmente aquellos que van madurando en edad. De este modo, algunas formas de prevenir la aparición del pterigión son:

• Utilizar gafas de protección del sol cada vez que se debe salir de la casa, inclusive cuando no sea un día soleado. Los lentes de sol no solo protegen de los rayos UV que emite el sol, sino también evitan la entrada de agente tóxicos y perjudiciales, como el polvo, el humo, la humedad, entre otros.
• Utilizar un sombrero cada vez que sea posible, para de esta manera proteger eficazmente a los ojos de la exposición innecesaria a los rayos UV.
• Utilizar lágrimas artificiales en ambientes secos o con acumulación de polvo, de manera que se puedan mantener los ojos hidratados.
• Evitar en la medida de las posibilidades tocarse o restregarse los ojos con las manos.
• Lavarse las manos antes de tocarse los ojos con ellas, para evitar contaminarlos.
• Procurar mantener un ritmo frecuente de parpadeo, ya que esto ayuda a mantener el ojo lubricado e hidratado.

Pterigión y Pinguécula

Al momento de la aparición de un pterigión, es muy común que las personas lo confundan con una pinguécula debido a que ambas son enfermedades benignas relacionadas con una afección en la conjuntiva. Sin embargo estas son enfermedades distintas, con factores en común.

Como ya se ha mencionado, el pterigión es una inflamación benigna del tejido conjuntivo que se puede expandir hasta la córnea, mientras la pinguécula es la aparición de una mancha de color amarillo y en forma de parche en la conjuntiva, que se aprecia como un bulto en forma de arroz, el cual se produce debido a la acumulación de proteínas y grasas en esta zona del ojo.

A pesar de ser enfermedades diferentes, poseen varios cosas en común, como por ejemplo las causas por las cuales se generan. La pinguécula también es generada debido a la exposición prolongada antes los rayos UV, a la falta de hidratación y lubricación de los ojos y a la presencia de agentes externos perjudiciales como lo son el polvo, la humedad, el humo, etc.

Es por esto que ante la presencia de una inflamación en la zona de la conjuntiva es importante que la persona cuente con un diagnóstico certero acerca de cual enfermedad padece, de manera que puede tratarla de la manera adecuada y evitar que la presencia de la misma se agrave y traiga peores consecuencias.