Los espasmos esofágicos, son un apretón repentino y anormal del órgano encargado de transportar el bolo alimenticio hasta el estómago, actuando como un tubo. Estos espasmos hacen que las paredes del esófago se contraigan ocasionando dolor a los pacientes, puede tener múltiples causas.
¿Qué son los espasmos esofágicos?
Se entiende como espasmo esofágico es un trastorno de la motilidad esofágica. El esófago es un órgano en los seres humanos y otros seres vivos que consiste en un tubo fibromuscular a través del cual pasa la comida, ayudado por contracciones de peristalsis, desde el esfínter esofágico superior hasta el estómago a través de ondas de contracción muscular coordinada o peristalsis.
Los espasmos esofágicos se caracterizan por ser contracciones dolorosas dentro del tubo muscular que conecta la boca y estómago (esófago). Los espasmos esofágicos pueden sentirse como un dolor en la caja torácica repentino y severo que tienen una duración que puede ser de minutos o horas.
Generalmente ocurren de forma ocasional y es posible que no necesiten tratamiento. Pero a veces los espasmos son frecuentes y pueden evitar que los alimentos o líquidos viajen a través del esófago. Si los espasmos esofágicos interfieren con su capacidad para comer o beber.
Tipos de espasmos esofágicos
Hay dos tipos de espasmo esofágico:
- Espasmo esofágico difuso (DES): Donde hay contracciones esofágicas descoordinadas donde varias secciones del esófago pueden contraerse a la vez, de forma repentina. Estos espasmos descoordinados que a menudo ocurren junto con la regurgitación, hacen que la comida y los líquidos vuelven a subir después de tragarlos.
- Esófago cascanueces (NE): También conocido como peristalsis hipertensiva, donde las contracciones son coordinadas pero con una amplitud excesiva.
Ambas afecciones se pueden relacionar con la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE).
Cuando hay existencia de espasmo motriz coordinado, que tiende a caracterizarse por ser irregular o descoordinado, este padecimiento se determina como espasmos esofágicos difusos. Puede disminuir la capacidad de traslado del bolo alimenticio, ya que la comida se queda atascada en las paredes esofágicas, por lo cual la contracción de estas suele ser muy severa, conociéndose este como esófago cascanueces. Este tipo de espasmos si tienen la capacidad de trasladar alimentos pero ocasionan fuertes dolores.
¿Cuáles son sus causas?
Los médicos no están seguros de que ocasiona los espasmos esofágicos, pero se sabe que son un tipo de trastorno de la motilidad. Eso significa que hay un problema con la forma en que los músculos de las paredes del esófago atraen a bolo alimenticio y lo contraen para mover el contenido a través del resto del sistema gastrointestinal (GI).
Las señales nerviosas del cerebro indican a los músculos de su esófago que se contraigan cuando ingiere algo. La señalización nerviosa defectuosa (en la manera que funcionan sus neurotransmisores o las dendritas de las neuronas) puede desempeñar un papel en el desarrollo o no de esta condición. Se pueden originar por enfermedades bacterianas de la boca, como la glositis, anquiloglosia (por la inmovilidad de la lengua de forma correcta, que perjudica la manera de alimentación del paciente) o el síndrome de boca ardiente, pero estas causas son bastante subjetivas y no siempre sucede.
¿Cuáles son sus síntomas?
Los principales son dificultad para tragar y dolor en el pecho. Los espasmos pueden ser lo suficientemente graves como para despertar al paciente y pueden hacer sentir como si estuviese teniendo un ataque al corazón. Si tiene un dolor repentino en el pecho u otras señales de un ataque cardíaco, llame al 911 o vaya a la sala de emergencias del hospital más cercano.
Otros síntomas de espasmos esofágicos pueden incluir:
- Comida atorada en la garganta
- Flujo hacia atrás de comida o bebida (regurgitación)
- Acidez
Los alimentos o líquidos muy calientes pueden desencadenar espasmos o empeorarlos. El uso de ciertos medicamentos, como analgésicos narcóticos (opiáceos), puede causar estas contracciones en algunas personas.
Relación con la ansiedad
La ansiedad es un término general para varios trastornos que causan nerviosismo, miedo, aprensión y preocupación. Estos trastornos afectan cómo nos sentimos y nos comportamos, pueden causar síntomas físicos. La ansiedad leve es vaga e inquietante, mientras que la ansiedad severa puede afectar seriamente la vida cotidiana.
Los trastornos de ansiedad afectan a 40 millones de personas en cada país. Es el grupo más común de enfermedades mentales en algunas naciones. Sin embargo, solo el 36.9 por ciento de las personas con la afección reciben tratamiento.
La Asociación Americana de Psicología (APA), conceptualiza la ansiedad como un tipo de sentimiento que se caracteriza, por tener tensión o pensamientos distintos de preocupación, acompañados de sintomatología física, como la elevada presión sanguínea. Es de suma importancia saber la diferencia entre trastorno de ansiedad y ansiedad común, ya que dependiendo de cual sea se debe tratar medicamente.
Asimismo, cuando los pacientes se enfrentan a factores desencadenantes potencialmente dañinos o preocupantes, los sentimientos de ansiedad no solo son normales sino también necesarios para la supervivencia.
Desde el inicio de los humanos, el acercamiento de los depredadores y el peligro inminente ha disparado las alarmas en el cuerpo y ha permitido que un individuo tome medidas evasivas. Estas alarmas se hacen evidentes en forma de un latido cardíaco elevado, sudoración y una mayor sensibilidad a los alrededores.
Una descarga de adrenalina en respuesta al peligro causa estas reacciones. Este impulso de adrenalina se conoce como la respuesta de huida en las personas. Prepara a los humanos para enfrentar físicamente algo o huir de cualquier amenaza a la seguridad personal.
Los trastornos de ansiedad se pueden clasificar en seis tipos principales. Éstas incluyen:
- Trastorno de ansiedad generalizada: Este es un trastorno crónico que involucra ansiedad excesiva y duradera con preocupaciones sobre eventos, objetos y situaciones de la vida no específicos. Es el trastorno de ansiedad más común. Las personas con TAG no siempre son capaces de identificar la causa de su ansiedad.
- Trastorno de pánico: Ataques breves o repentinos de intenso terror y aprensión que caracterizan este trastorno de pánico. Estos ataques pueden provocar temblores, confusión, mareos, náuseas y dificultades para respirar. Los ataques de pánico tienden a ocurrir y escalar rápidamente y alcanzar su punto máximo después de 10 minutos. Sin embargo, pueden durar horas.
- Los trastornos de pánico usualmente ocurren después de experiencias aterradoras o estrés prolongado, pero también pueden ocurrir sin un desencadenante. Un individuo que experimenta un ataque de pánico puede malinterpretarlo como una enfermedad potencialmente mortal. Los ataques de pánico también pueden conducir a cambios drásticos en el comportamiento para evitar futuros ataques.
- Fobia: Este es un miedo irracional y que evita a ciertos objetos o situaciones. Las fobias difieren de otros trastornos de ansiedad, ya que se relacionan con una causa específica. El miedo puede ser reconocido como irracional o innecesario, pero la persona aún no puede controlar la ansiedad. Los desencadenantes de una fobia pueden ser tan variados como situaciones, animales u objetos cotidianos.
- Trastorno de ansiedad social: Es un tipo de trastorno que tiende a ser visto de forma negativa por terceros en ciertas situaciones sociales o cuando se tiene miedo a la vergüenza en general. Por lo cual, se incluyen sentimientos mezclados y ciertas actitudes como el miedo escénico, fobia a la intimidad y miedo a la humillación pública. Estos trastornos pueden determinar que las personas tengan miedo a ciertas situaciones sociales o al contacto con otras personas en la vida cotidiana.
- Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC): Es caracterizado por pensamientos o acciones que son repetitivas, angustiantes e intrusivas. El TOC generalmente sabe que sus compulsiones no son razonables pero sirven para aliviar su ansiedad. Las personas pueden pueden obsesionarse con limpiar objetos o revisar constantemente cerraduras, estufas o interruptores de luz.
- Trastorno de estrés postraumático (PTSD): Es la ansiedad que resulta de un trauma anterior, como un combate militar, una agresión sexual, una situación de rehenes o un accidente grave. El TEPT a menudo conduce a recuerdos retrospectivos, y la persona puede realizar cambios de comportamiento para evitar desencadenantes.
- Trastorno de ansiedad por separación: Se caracteriza por altos niveles de ansiedad cuando se los separa de una persona o lugar que proporciona sentimientos de seguridad o protección. La separación a veces resulta en síntomas de pánico. Se considera un trastorno cuando la respuesta es excesiva o inapropiada después de la separación.
Complicaciones del desorden de ansiedad
Por consiguiente, la ansiedad puede desencadenar la respuesta al estrés de ciertas situaciones de querer huir o luchar, liberando una inundación de sustancias químicas y hormonas como la adrenalina en su sistema. En el corto plazo, esto aumenta su pulso y frecuencia respiratoria para que su cerebro pueda obtener más oxígeno. Su sistema inmune puede incluso obtener un breve impulso y su cuerpo volverá al funcionamiento normal cuando pase el estrés.
Si tiende a sentirse ansioso y con estrés de manera continúa de forma repetitiva además de tener larga duración, el cerebro nunca enviará los neurotransmisores necesarios, para que el cuerpo pueda regresar a su buen funcionamiento, haciendo que el sistema inmunológico se debilite, por lo que estará más propenso a que se padezca de ciertos virus. Múltiples estudios demostraron una elevada tasa de ansiedad y trastornos de pánico en pacientes que padecen de enfermedades respiratorias crónicas.
Los pacientes con EPOC con ansiedad tienden a ser hospitalizados con mayor frecuencia. El estrés prolongado puede conducir a una sensación general de mala salud. Las vacunas pueden ser menos efectivas en personas con trastornos de ansiedad.
El sistema digestivo y el que excreta los residuos del cuerpo, también pueden salir perjudicados. Por lo que existe relación entre los síndromes de la ansiedad y la evolución del trastorno de intestino irritable, luego de una infección en el intestino, pudiendo ocasionar síntomas de mareos, vómitos, diarrea o estreñimiento.
El trastorno de ansiedad puede causar pérdida de apetito y falta de interés en el sexo. Otros síntomas incluyen tensión muscular, dolores de cabeza e insomnio. Los ataques de pánico frecuentes pueden hacer que teman los propios ataques de ansiedad, lo que aumenta la ansiedad general.
El estado constante de estrés puede conducir a la depresión clínica. También tiene un mayor riesgo de diabetes, presión arterial alta, enfermedad cardíaca, y espasmos esofágicos. Si ya padece de alguna enfermedad cardíaca, los trastornos de ansiedad pueden aumentar el riesgo de eventos coronarios.
Factores de riesgo para desarrollar un trastorno de ansiedad
Los trastornos de ansiedad pueden ocurrir en cualquier etapa de la vida, pero generalmente comienzan a mediados de la vida. Las mujeres son un 60 por ciento más propensas a tener un trastorno de ansiedad que los hombres. Por lo que, cuando se sufre de bastante estrés pueden aumentar el riesgo a padecer de trastornos, la sintomatología puede empezar de forma repentina en cualquier momento y si se padece de alguna enfermedad médica severa o si se abusa de fármacos, se puede provocar de igual manera.
Para llegar a un diagnóstico, su médico debe evaluar cuidadosamente sus síntomas. Las afecciones médicas subyacentes deberán abordarse. Los trastornos de ansiedad se pueden tratar con medicamentos, terapia cognitiva o terapia conductual. A menudo, una combinación de tratamientos es el mejor curso de acción.
El tratamiento de los trastornos de ansiedad debe considerarse a largo plazo. En la mayoría de los casos, el tratamiento para la ansiedad es exitoso, permitiendo a los pacientes llevar una vida plena y productiva posterior a eso.
Desórdenes de ansiedad
Los trastornos de ansiedad son un compuesto de afecciones mentales, que se caracterizan por sensaciones de exagerada ansiedad y respuestas a la fobia. La ansiedad suele ser una preocupación sobre eventos de que pueden suceder, aunque la fobia suele ser una respuesta a preocupaciones sobre situaciones actuales.
Estas sensaciones pueden originar distintas sintomatología física, como frecuencia cardíaca elevada y temblores en ciertas extremidades. Las personas suelen padecer más de un trastorno de ansiedad y entre los más comunes se encuentran el trastorno de ansiedad generalizada, la fobia específica, el trastorno de ansiedad social, el trastorno de ansiedad por separación, la agorafobia, el trastorno de pánico y el mutismo selectivo.
La causa de los trastornos de ansiedad es una combinación de factores genéticos y ambientales. Los factores de riesgo incluyen antecedentes de abuso infantil, antecedentes familiares de trastornos mentales y pobreza. Los trastornos de ansiedad a menudo ocurren con otros trastornos mentales, particularmente el trastorno depresivo mayor, el trastorno de la personalidad y el trastorno por consumo de sustancias.
De igual manera, en el diagnóstico la sintomatología usualmente debe presentarse en un período de 187 días, porque sino no pueden verse de la manera correcta. Otros padecimientos que pueden ocasionar unos síntomas comunes, son el hipertiroidismo, enfermedades del sistema circulatorio, consumo excesivo de cafeína, alcohol y marihuana. Si no se establece algún tratamiento, no se desaparecerá el trastorno de ansiedad.
El tratamiento puede incluir cambios en el estilo de vida, consejería y medicamentos. La consejería es típicamente un tipo de terapia conductual cognitiva. Los medicamentos, como los antidepresivos o los betabloqueantes, pueden mejorar los síntomas.
Alrededor del 12% de las personas se ven afectadas por un trastorno de ansiedad en un año determinado y entre el 5 y el 30% se ven afectadas en algún momento de su vida. Ocurren aproximadamente el doble de frecuencia en mujeres que en hombres, y generalmente comienzan antes de los 25 años.
Los más comunes son la fobia específica que afecta a casi el 12% y el trastorno de ansiedad social que afecta al 10% en algún momento de su vida. Afectan a quienes tienen entre 15 y 35 años y se vuelven menos comunes después de los 55 años.
Fisiopatología
El trastorno de ansiedad parece ser una disfunción neuroquímica heredada genéticamente que puede implicar un desequilibrio autonómico; disminución del tono GABA-ergic; sufriendo un polimorfismo alélico del gen de la catecol-O-metiltransferasa (COMT); aumento de la función del receptor de adenosina y aumento de cortisol. En el sistema nervioso central (SNC), los principales mediadores de los síntomas de los trastornos de ansiedad parecen ser la norepinefrina, la serotonina, la dopamina y el ácido gamma-aminobutírico (GABA).
Otros neurotransmisores y péptidos, como el factor liberador de corticotropina, pueden estar involucrados. El sistema nervioso autónomo, especialmente en el sistema nervioso simpático, padece de los síntomas. El aumento del flujo en la región parahipocámpica derecha y la reducción de la unión del receptor de serotonina tipo 1A en el cíngulo anterior y posterior y en el rafe de los pacientes son los factores de diagnóstico para la prevalencia del trastorno de ansiedad.
La amígdala es fundamental para el procesamiento del miedo y la ansiedad, su función puede verse alterada en los trastornos de ansiedad. El procesamiento de la ansiedad en la amígdala basolateral ha sido implicado con la arborización dendrítica de las neuronas amígdalas. Los canales de potasio SK2 median la influencia inhibidora sobre los potenciales de acción y reducen la arborización.
Diagnóstico
Los espasmos causan síntomas similares a un ataque cardíaco, su médico primero realizará pruebas para verificar la salud de su corazón. Es importante descartar la angina, un tipo de dolor en el pecho causado por una enfermedad de la arteria coronaria.
Su médico también verificará si hay signos de enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), que pueden causar acidez estomacal y hacer que sea difícil de tragar. Puede tener GERD y espasmos esofágicos.
Las pruebas que su médico puede hacerle incluyen:
Endoscopia superior. El médico inserta un endoscopio flexible con una cámara en el extremo hacia el esófago. Esto le permite ver su esófago y estómago. Puede ayudar a diagnosticar o descartar GERD y otras condiciones GI. La ecografía realizada durante una endoscopia puede mostrar un engrosamiento del esófago que puede desencadenar un espasmo esofágico.
Trago de bario. Se recomienda beber un líquido espeso y calcáreo (contraste) antes de hacerse una radiografía de su esófago. Las imágenes muestran qué tan bien se mueve el líquido desde su esófago hasta su estómago. Esta prueba puede ayudar a diagnosticar el cascanueces esófago.
Manometría. Esta es la única prueba que puede confirmar espasmos esofágicos. Durante este procedimiento, el médico inserta un tubo delgado en el esófago. Los sensores en el tubo miden la presión en el esófago y revelan qué tan bien se relajan los músculos cuando tragas.
Si tiene episodios repetidos de dolor en el pecho pero su médico ha descartado problemas cardíacos y ERGE, hable con él acerca de esta afección. Los espasmos esofágicos que aparecen y desaparecen a veces tardan años en diagnosticarse.
Factores de riesgo
Los espasmos esofágicos se encuentran con mayor frecuencia en las mujeres. Las mujeres son más propensas a sufrir espasmos esofágicos debido a la fluctuación de las hormonas, la obesidad, el sobrepeso, el embarazo, todas estas disminuyen la presión sobre los músculos y bloquean el reflujo. También el fumar, abusar del alcohol, consumir alimentos que provocan reflujo gástrico, como cítricos (uva, mandarinas, limones, naranjas o lima), ajo, cebolla, consumir cafeína o alimentos con altos índices de grasa, como las patatas fritas, hamburguesas y comidas picantes.
Tratamiento
Estos eventos dolorosos pueden ocurrir sin previo aviso y a menudo son difíciles de tratar. Las opciones incluyen:
Medicamentos. Los bloqueadores de los canales de calcio y la nitroglicerina son medicamentos que ayudan a relajar los músculos lisos del cuerpo. Los médicos comúnmente los administran a personas con enfermedades cardíacas. A veces los recetan como un tratamiento para los espasmos esofágicos. Otros medicamentos que pueden usarse incluyen inhibidores de PDE5, como sildenafil (viagra) y antidepresivos como la trazadona.
Bloqueadores del canal de calcio. Reducen la gravedad de las contracciones en pacientes con esófago cascanueces. El esófago cascanueces es un trastorno que afecta el movimiento o las contracciones de peristaltismo del esófago de manera coordinada, esto hace que tragar sólidos o líquidos sea un poco difícil.
Nitratos: Disminuyen el vasoespasmo en el tallo cerebral que es la constricción de los vasos sanguíneos, lo que resulta en una disminución del flujo de la sangre. Los espasmos esofágicos difusos pueden causar dolores intensos en el pecho. Esto se debe a que los espasmos ocurren en un patrón descoordinado que hace que sea difícil tragar no solo sólidos sino también líquidos. Se recomiendan antidepresivos en dosis bajas para reducir los síntomas (disminuyendo los dolores en el pecho).
Inyecciones de botulinum en el esófago. Este tratamiento relaja los músculos del esófago. Se considera un tratamiento útil para las personas con espasmos. Pero el alivio es temporal, por lo que se necesitará inyecciones cada cierto tiempo.
Cirugía. Se determina como miotommía y es un tipo de cura relativamente permanente, que consiste en cortar la masa muscular gruesa de la parte baja del esófago. Se recomienda únicamente en personas que padecen de casos severos, cuando los fármacos o inyecciones ya no funcionan.
Algunos informes sugieren que el aceite de menta o las pastillas pueden ser útiles para algunas personas con espasmos del esófago. La menta es un relajante natural del músculo liso. Pero no hay muchos estudios a largo plazo del aceite de menta en personas con esta afección.
Tratamiento natural
Cuando hay existencia de espasmos esofágicos significa que probablemente no se está tomando suficientes líquidos o incluso sólidos. Deben evitarse los líquidos calientes y fríos, siendo extremos, especialmente porque agravan el dolor. La enfermedad por reflujo gastroesofágico es una afección que es posible que se desee asistir con la ayuda de remedios caseros. Esto podría ayudar en comidas más pequeñas, lo que ayuda a la digestión adecuada. La leche descremada en frío es una excelente manera de lidiar con los síntomas desagradables de este padecimiento.
Otro remedio casero utilizado para tratar los espasmos es el agua de coco. Los alimentos grasos, el alcohol y los alimentos insalubres habituales, no se recomienda en este tipo de padecimientos. En algunos casos, con espasmos esofágicos difusos, la ingestión rápida de líquidos puede ayudar.
Evite los factores desencadenantes, como las bebidas calientes. Debe aceptar el hecho de que los espasmos esofágicos difusos a veces son resistentes al tratamiento. Es posible que deba realizar los cambios de estilo de vida necesarios para combatir esta enfermedad. Debe consultar a su médico acerca de sus requisitos nutricionales y cómo cumplir con ese objetivo diario.
Se recomienda:
1. Cambiar los hábitos alimenticios, ya que puede haber ciertos líquidos o alimentos que desencadenen sus espasmos más que otros. Puede ayudar a controlar estos evitando los alimentos que hacen esto. Una de las formas más rápidas de averiguar qué alimentos pueden estar causando los espasmos es llevar un registro de sus hábitos alimenticios y espasmos en un diario.
2. Alimentos y bebidas a temperatura media, intente no comer nada caliente o muy frío. Intenta apuntar a una temperatura media, como templada o fría. Las comidas y bebidas frías y calientes pueden poner más presión sobre el esófago y pueden desencadenar los espasmos.
3. No fumes, ya que si es fumador, debe intentar dejar de fumar, porque la inhalación de humo, especialmente humo de tabaco, puede irritar y dañar el esófago.
4. Bajar de peso, si tiene sobrepeso y encuentra que tiene espasmos esofágicos, perder algo de peso podría ayudar a la situación.
5. Agregar más fibra a su dieta, porque siempre es recomendable comer más fibra, pero en este caso, puede ayudar a aliviar algunos de los síntomas de los espasmos esofágicos. Además, puede ayudar a perder peso al hacerte sentir lleno y controlar tu alimentación.
6. Usar menos especias, porque para muchas personas que sufren de espasmos esofágicos, uno de los alimentos desencadenantes puede ser realmente los alimentos picantes y las especias que los hacen de esa manera. Lo mejor es menos especia, o eliminarlo por completo.
7. Comer regaliz, también puede ayudar a aliviar algunos de los síntomas de los espasmos esofágicos. Esto se puede tomar en forma de polvo o tableta, y debe tomarse regularmente antes de las comidas. El regaliz es un extracto de regaliz, y no se debe confundir con la versión del caramelo.
Finalmente, para mejor comprensión del texto te dejo el siguiente vídeo…