La pupila de Adie es un padecimiento neurológico ocular, que puede asociarse con afecciones como el astigmatismo, miopía e hipermetropia, puede ser por causas genéticas primarias o por aparición de infecciones bacterianas que se acumulan en el globo óptico.
¿Qué es?
El síndrome de Adie, conocido comúnmente como pupila tónica , es una patología neurológica , en donde las pupilas se encuentran constantemente dilatadas y no presentan ninguna reacción a estímulos luminosos.
En este caso, las pupilas cuando se encuentran dilatadas presentan un tamaño mayor al común. En condiciones normales, al aplicar destellos de luz en la pupila, esta se contrae, en este caso, la pupila no se contrae o lo hace muy lentamente. Por esto, los especialistas se refieren a esta condición comúnmente como pupila perezosa.
Se han realizado diferentes investigaciones en las cuales, se determina que la principal y posible causa de este padecimiento, es la modificación de la parte superior de los nervios parasimpático que afectan al nervio óptico. Este tejido nervioso se encuentra alrededor del globo ocular, generalmente se presente por un virus o una infección bacteriana, ocasionando una hinchazón severa, que se debe a una pupila tónica que está en dilatación, por ende se determina esta enfermedad como Síndrome de Adie por el Sr. William John Adie.
Es enfermedad neurológica se caracteriza por ser intrínseca, aislada y benigna. En la mayoría de los casos, el paciente presenta la presencia de midriasis (pupila dilatada) , pero los estudios demuestra que también podría padecer de miosis(pupila más contraída de lo normal). De igual forma, los primeros síntomas para evidenciar este síndrome podrían ser la hipermetropía, generada por la parálisis acomodativa, fotofobia y dificultad para leer.
Causas de la pupila de Adie
Los especialistas desconocen la causa exacta por la cual surge esta condición, pero tienden a atribuírselo a la alteración en las neuronas parasimpáticas. Estas al intervienen el ojo cuando se evidencia la presencia de bacterias, virus o infecciones. Esta condición suele evidenciarse más frecuentemente en mujeres, y en su mayoría entre las edades de 20 a 40 años.
Síntomas de la pupila de Adie
Todos los síntomas de este síndrome suelen hacerse evidentes unilateralmente (únicamente en un ojo), aunque no se descarta la posibilidad del desarrollo de este síndrome en ambos ojos (bilateralmente).
Lo que hace más evidente esta condición, es el hecho de que la pupila no reacciona ante la luz o si lo hace, lo hace lentamente. Posteriormente los síntomas se comprenden entre los siguientes:
- Desarrollo de Midriasis, que se entiende como el aumento del tamaño de la pupila.
- Significativa ausencia o disminución del reflejo de los tendones del ojo.
- Sudoración excesiva, conocida clínicamente como Diaforesis.
Los especialistas recomiendan asistir a un médico al momento de presentar cualquiera de los siguientes síntomas en vista de que son indicios del posible desarrollo de este síndrome.
- Dificultad para enfocar, acompañado de una visión borrosa.
- Formas irregulares en las pupilas
- Desarrollo de Fotofobia
- Intenso dolor de cabeza o Cefaleas
Diagnóstico de la pupila de Adie
En la mayoría de los casos, los pacientes tienden a asistir a la consulta con la preocupación de que su visión es sumamente borrosa en uno de sus ojos, además del gran tamaño de la pupila del mismo. Los exámenes rutinarios de los oftalmólogos suelen revelar inmediatamente una parálisis parcial del esfínter del iris. Los pacientes tienden a recibir dosis reducidas de pilocarpina instilada, esto le permite al especialista observar la contracción de la pupila tónica, debido al desarrollo de hipersensibilidad en la zona.
En diagnósticos más profundos, el especialista recomienda el realizar una tomografía axial computarizada (TC) y la resonancia magnética nuclear (RNM), para lograr obtener el análisis de los reflejos focales, en donde, si se padece de este síndrome, estos se encontraran disminuidos.
Tratamiento de la pupila de Adie
Esta enfermedad benigna no posee un tratamiento, y comúnmente los afectados pueden convivir con ella sin presentar alteraciones en su estilo de vida, salvo algunas dificultades para la lectura y molestias estéticas por la apariencia de sus pupilas.
De igual forma los especialistas recomiendan seguir alguna de estas sugerencias:
- Uso de gafas de lectura y gafas de sol para proteger los ojos de la luz solar intensa.
- Uso de cantidades recetadas de pilocarpina, aplicándola tres veces al día para lograr contraer la pupila.
Con esta condición, la pupila tiende a cambiar de tamaño según la hora del día. De igual forma, con el pasar de los años, la pupila de Adié se hace más pequeña.
Esta condición al ser un problema benigno, generan preocupación a los pacientes en el aspecto estético, por esto el especialista debe calmar al paciente y explicarle que el aspecto de su pupila mejorara con el pasar del tiempo, por consecuencia de la reducción de la midriasis. Esto se debe a la parálisis acomodativa, que se ve afectada al momento de aparición de la condición pero tiende a recobrarse con el tiempo.
Para algunos pacientes, que presentan disminución en la amplitud de acomodación, los especialistas tienden a prescribir una adición en el ojo para que pueda lograr leer con comodidad.
Finalmente, para mejor comprensión del texto te dejo el siguiente vídeo…
https://www.youtube.com/watch?v=7cTn9wOopb4