Siempre que una persona se ve sometida a un procedimiento quirúgico, de cualquier gravedad o dificultad, presenta diferencias en cuanto a como se encontraban antes de la operación. De esta manera, cuando una persona debe ser sometida a una septoplastia, se puede decir que se produce un antes y después de una septoplastia.
¿Qué es una septoplastia?
Una septoplastia es una intervención quirúrgica que se realiza cuando la persona tiene el tabique mal posicionado, lo cual puede causar consecuencias y perjuicios bastante molestos, como problemas en la respiración, sangrados nasales y dolor en toda el área de la nariz. Esta operación se realiza por la sencilla razón de mejorar la vida del paciente, ya que el tabique desviado y todo lo que este conlleva puede inclusive disminuir la calidad de vida de las personas (ver artículo: nervio olfativo)
El tabique nasal es una de las partes más fundamentales de la estructura nasal humana. Constituye la pared interna de ambas fosas nasales, y está formado de manera laminar ostecartilaginosa, es decir, en su mayor parte esta hecho de cartílago y hueso. De igual manera está dividido en varias partes o estructuras, las cuales son: lámina perpendicular, hueso vómer, dos cartílagos y dos crestas. Cuando cualquiera de estas partes se ve alterada, la persona presenta problemas nasales, los cuales le dificultan su día a día.
Por lo general la septoplastia es una intervención bastante sencilla que se puede realizar de manera ambulatoria, sin necesidad de que el paciente permanezca más que unas pocas horas en el hospital. Las complicaciones que puede genera son prácticamente nulas, y es una intervención que supone un gran beneficio para el paciente en el cual se práctica la misma.
Antes y después de una septoplastia
Esta intervención marca una pauta en la vida del paciente debido a que la desviación del tabique puede causar una gran cantidad de problemas que afectan de manera considerable la vida de la persona. De esta manera, una vez que se realiza la operación y se da cuenta de las diferencias que esta supone para su vida, la persona puede decir que hay un antes y un después de una septoplastia.
Antes de la septoplastia
El tabique se puede desviar debido a múltiples razones. Esto puede aparecer de manera congénita, es decir, desde el nacimiento, o se puede producir debido a un traumatismo muy fuerte en el área nasal. También puede ocurrir debido a una previa intervención quirúgica mal hecha, en la cual dejaron el tabique mal posicionado (ver artículo: fracturas orbitarias)
Sea cual sea la razón por la cual el tabique no se encuentra en su lugar habitual, las consecuencias que genera su desviación siempre son las mismas en todos los individuos que sufren de ello, y estos problemas son las siguientes:
- Dificultades para respirar.
- Congestión nasal continua.
- Sangrado nasal de manera constante (ver artículo: causas de la epistaxis)
- Sensación de sequedad en la nariz.
- Dolores en toda la cara.
- Dolores de cabeza frecuentes.
- Alteración de la mucosidad nasal, es decir, o se produce en exceso o se deja de producir, dependiendo del caso.
De igual manera, al presentarse en la persona dificultades para respirar, esta se ve obligada a tomar aire por la boca, sobre todo cuando duerme porque lo hace de manera insconciente, lo que a su vez genera otra tanda de problemas, como por ejemplo:
- Ronquidos fuertes.
- Sequedad constante en la boca.
- Espesor de las secreciones producidas en la garganta.
- Sinusitis.
- Faringitis.
- Síndrome de apnea obstructiva, el cual se presenta únicamente durante el sueño.
Todas estas situaciones mencionadas se pueden volver sumamente incómodas para la persona, y es prácticamente imposible que la misma se acostumbre a sobrellevar una vida con estas características, por lo que se vuelve esencial realizar la intervención quirúgica, y marcar el antes y después de una septoplastia (ver artículo: rinitis aguda)
Después de una septoplastia
Luego de realizar el procedimiento, el cual suele tardar entre 30 y 60 minutos y se lleva a cabo bajo anestesia local, la persona es enviada a su casa tras comprobar que todo está bien y se le pedirá que se mantenga en reposo durante aproximadamente uno o dos días. Mientras este en este tiempo de reposo, tendrá que mantener la nariz con algodón para controlar el sangrado post operatorio y no podrá tomar aspirinas ni ibuprofeno para evitar complicaciones, además que el individuo se sentirá inflamado y adolorido debido a la intervención.
No obstante, una vez que la inflamación se reduce y ya los algodones han sido retirados, el dolor irá disminuyendo poco a poco y la persona podrá notar la gran diferencia que generó la operación y como se marcó un antes y después de una septoplastia, pudiendo respirar otra vez de manera normal y sin tener que preocuparse por todas las complicaciones previas que había generado la desviación del tabique.