Existen muchos tipos de intervenciones quirúrgicas que se pueden realizar a nivel auditivo para corregir una gran variedad de problemas que se generan en esta zona del cuerpo humano. Entre ellas se encuentra la mastoidectomía, la cual se dará a conocer a lo largo del siguiente artículo.

¿Qué es la mastoidectomía?

Cuando se habla de mastoidectomía se hace referencia a la operación o intervención quirúrgica a la cual se tiene que someter una persona cuando es necesario extirparle las celdillas que son conocidas como mastoideas, las cuales se encuentran ubicadas en los agujeros que están únicamente llenos de aire el en cráneo, al nivel del oído. Existen una gran cantidad de razones por las cuales se puede realizar esta operación, las cuales serán mencionadas más adelante en este artículo.

Este tipo de intervención quirúrgica puede ser realizada a cualquier edad del individuo, sin embargo, en los niños es preferible impedir a toda costa la realización de la misma y tenerla como última opción, ya que su organismo aún se encuentra en crecimiento y desarrollo por lo que cualquier intervención que le sea realizada puede causar daños permanentes en la manera en la que se va a continuar desarrollando su cuerpo. Si bien esto no sucede en todos los casos, es mejor prevenir y no exponer al infante a esta situación.

En el caso de los adultos, es mucho más seguro realizar este tipo de operaciones, por lo que no es necesario utilizar la mastoidectomía como último tratamiento cuando todos los demás se acabaron. No obstante, al tratarse de una intervención quirúrgica, siempre es conveniente que el médico y el paciente analicen todas las opciones que pueden utilizar antes de recurrir a la operación, debido a la cantidad de incomodidades que genera el someterse a cualquier tipo de intervención quirúrgica u operación.

En un principio, cuando se descubrió esta técnica para solventar los problemas que se pudieran presentar al nivel del oído solía ser la primera opción en utilizarse ante cualquier enfermedad que se agravara hasta llegar a las células mastoideas. A pesar de significar un gran avance para la medicina, para nadie es un secreto que este campo se mantiene en constante progreso, por lo que las técnicas y métodos utilizadas siempre están variando.

De esta manera, la mastoidectomía fue desplazada por los antibióticos para combatir las enfermedades o infecciones que afectan al oído, por lo que ya no se utiliza en todo los casos sino en algunos bastante puntuales, luego de haber agotado todas las demás posibilidades que son mucho más cómodas que someterse a una operación.

Celdillas mastoideas

Debido a que la mastoidectomía se realiza a una estructura tan sensible como es la parte craneal, es importante conocer todo respecto a esta para saber que se estaría interviniendo al momento de realizar la operación, y así mismo a cuales posibles riesgos se podría estar sometiendo a la persona, de manera que sea capaz de determinar si vale la pena o no realizar la mastodeictomía, o si por el contrario se debería recurrir a otros métodos.

De esta manera, las celdillas mastoideas, también conocidas como células mastoideas son una serie de agujeros o cavidades que no cuentan con una patrón regular y están ubicadas en el hueso temporal del cráneo, justo detrás de el lugar en el que se encuentran los oídos. Es por esta cercanía en ubicación que a pesar de encontrarse directamente en la estructura auditiva se les suele relacionar con estas.

Por lo general estas son celdillas que se encuentran únicamente llenas de aire, lo cual suele indicar que las celdillas se encuentran en perfecto estado. Una vez que las mismas pasan a contar con algún tipo de mucosa o cualquier otro elemento dentro de ellas se debe levantar la alerta roja, debido a que esto no es normal y puede indicar que hay algún problema en ellas que debe ser solucionado para evitar perjuicios o problemas que generen consecuencias más graves.

Se cree que estas cavidades cumplen un papel en la audición, sin embargo, este aún no ha sido determinado con exactitud. Hasta ahora se ha considerado que su función podría estar relacionada con el aumento de la cavidad timpánica, sin embargo, aún se están realizando estudios e investigaciones al respecto, sin obtener ninguna prueba concluyente.

Como ya fue mencionado, las celdillas mastoideas se encuentran en el hueso temporal, el cual se caracteriza por ser un hueso par a lo largo de todo el cráneo, y de manera más específica en la parte lateral, media e inferior. La principal función que se le atribuye a este hueso es la de sostener el órgano vestíbulococlear, también conocido como el órgano de la audición. Por esto es que de alguna u otra manera el hueso temporal se encuentra relacionado con el oído.

Algunas otras funciones que se le pueden atribuir a este hueso, además de proteger los órganos relacionados con la audición, es la de formar parte de la fosa temporal y de la región temporal y además proporcionar una pequeña porción de lo conocido como superficies articulares de la articulación temporomandibular. De esta manera, se puede evidenciar que el hueso cumple diversidad de funciones, las cuales son esenciales para el buen funcionamiento de todo el organismo humano.

El hueso temporal se encuentra dividido en varias porciones. Algunos autores consideran que son solo tres porciones: la porción escamosa, la porción mastoidea y la porción petrosa. Sin embargo en otras literaturas se le agregan dos porciones adicionales, conocidas como la porción estiloidea y la porción timpánica, debido a que consideran que de esta manera se puede explicar su estructura de una manera mucho más coherente y organizada.

De esta manera, queda evidenciado que el hueso temporal es de suma importancia para la audición, por lo que cualquier daño que se le pueda ocasionar al mismo resulta en consecuencias directas para la manera de oír de la persona, así como también algún perjuicio de tipo físico en el oído o en sus estructuras adyacentes puede ser perjudicial para el hueso temporal, como por ejemplo las distintas enfermedades que perjudican a las células mastoideas y que requieren de una mastoidectomía.

¿Por qué se realiza la operación?

Existen muchas causas por las cuales puede ser necesario realizar la mastoidectomía para extipar las celdillas mastoideas. La mayoría de estas causas se encuentran directamente relacionadas con algún problema o afección que pueda tener el oído, lo cual solo aumenta las pruebas a favor de que las mismas cumplen un papel fundamental en el buen funcionamiento de la audición. De esta manera, algunas de las razones por las cuales se puede realizar la mastoidectomía son las siguientes:

Otitis media

Cuando una persona sufre de otitis media, en el punto en el que la misma llega a ser crónica, suele ser necesaria la realización de una mastoidectomía, debido a que la enfermedad compromete a más de una estructura del oído, incluidas las celdillas mastoideas. Cuando se habla de otitis es importante mencionar que se hace referencia a una infección del oído, la cual se puede dar debido a distintas causas, y al mismo tiempo se encuentra distintas clasificaciones de acuerdo a la intensidad de la enfermedad.

Si la persona sufre de una otitis media en las primeras etapas de la enfermedad en cualquiera de sus clasificaciones,  como puede ser por ejemplo la otitis seromucosa o la otitis interna, no suele ser necesario la utilización de la mastoidectomía como método de tratamiento, porque el médico es capaz de recurrir a otros tratamientos que son efectivos para curar la enfermedad.

Sin embargo cuando es detectada o diagnosticada muy tarde, o cuando los medicamentos administrados no cumplen el efecto deseado, suele compremeter a estructuras de la audición mucho más sensibles como lo son las celdillas mastoideas, y en este caso la persona debe recurrir de manera obligatoria a la operación. Esto suele suceder en muy pocos casos pero aún es una posibilidad, por lo que los pacientes con otitis deben tener cuidado y cuidarse lo más posible.

Colesteatoma

Un colesteatoma es otra de las razones por las cuales puede ser necesaria la realización de una intervención quirúrgica, y esto consiste en el crecimiento de manera irregular de la piel en la estructura del oído medio, y más específicamente, justo detrás del tímpano. La complicación o el peligro que genera un colesteatoma es que por lo general no solo se desarrolla y se mantiene de ese tamaño, sino que va progresando y creciendo con el paso del tiempo, volviéndose un quiste maligno que afecta diversas estructuras.

A medida que se va generando este progreso en el cual el colesteatoma va creciendo, el paciente empieza a presentar una serie de síntomas cada vez más graves, tanto externos como internos, lo cual genera como consecuencia del deterioro progresivo de la salud del paciente, y por lo tanto, la disminución considerable de su calidad de vida. Es por esto que es tan importante realizar un diagnóstico temprano, y de esta manera intervenir a tiempo el crecimiento de el colesteatoma.

Cuando la realización de la mastoidectomía es requerida debido a la aparición de un colesteatoma no solo sirve para extirpar las celdillas mastoideas, sino que también se utiliza para remover el colesteatoma y evitar que le siga causando más daños a la persona en cuestión, por lo que se puede decir que en este caso cumple doble función.

En esta situación, si se recomienda tener la operación quirúrgica como primera opción ante el diagnóstico de colesteatoma, de manera que se pueda extirpar y remover todo lo necesario lo más pronto posible y se evite que esta enfermedad genera consecuencias mucho más graves y que puedan ser de alguna manera irreparables o permanentes.

Colocación de un implante coclear

Cuando una persona presenta sordera, una de las soluciones o tratamientos que se utilizan para que el individuo pueda recuperar su audición a su máxima capacidad es la colocación de un implante coclear, el cual permite la mejora significativa del órgano auditivo. Esto no se utiliza en todos los caso debido a la complejidad del mismo, por lo que antes de ser colocado el doctor debe realizar una revisión exhaustiva del caso para determinar si de verdad resultará favorable o si por el contrario generará más problemas.

En caso de que este implante si sea colocado, muchas veces puede generar complicaciones ya sea inmediatamente luego de colocado o mucho tiempo después, por lo que una persona no se encuentra completamente sanada de las complicaciones que le ha ocasionado la sordera. Si alguna de estas complicaciones llegasen a afectar las celdillas mastoideas o el hueso temporal en general, lo más probable es que se requiera de la realización de una mastoidectomía de manera inmediata, que permita solucionar el problema.

En algunas situaciones bastante puntuales, también se realiza la mastoidectomía antes de colocar el implante, de manera que se puedan prevenir los posibles riesgos que pueda generar la colocación del mismo, y así aumentar sus probabilidades de éxito. Otra de las situaciones que se puede generar es realizar esta intervención quirúrgica no solo para extipar las celdillas mastoideas, sino también para retirar el implante coclear, debido a que el mismo no cumplió sus funciones como debería y solo causó más problemas.

Infecciones del hueso mastoideo

El hueso mastoideo es el lugar en el cual se ubican las celdillas mastoideas, por lo que cualquier afección que le perjudique repercutirá directamente sobre ellas, causándoles los mismos perjuicios. Por lo general cuando una persona presenta algún tipo de infección en el hueso mastoideo (lo que de por si es una condición bastante rara), se le suelen recetar antibióticos que al cabo de unas semanas demuestran la eficacia de sus efectos y curan a las personas.

En los pocos casos en los que esto no sucede, la infección se continúa expandiendo y perjudicando a más estructuras, por lo que es necesario someter a la persona a la mastoidectomía, la cual se convierte en el único tratamiento efectivo a esas alturas. Una vez que la intervención quirúrgica ha sido realizada la persona ya puede ser considerada como curada de su infección, por lo que se puede decir que el tratamiento más efectivo y con mayores probabilidades de éxito en estos casos es la realización de la operación quirúrgica.

De igual manera, cualquier infección que afecte al oído puede desembocar en una infección en este hueso mastoideo, por lo que se debe estar muy atentos ante la presencia de las mismas en la estructura auditiva, de manera que puedan ser detenidas a tiempo y no se le permita a la infección expandirse hasta perjudicar al hueso, porque esto se convierte en una situación mucho más complicada.

Tipos de mastoidectomías

Debido a que existen distintas causas por las cuales se puede realizar esta intervención quirúrgica conocida como mastoidectomía, también existen distintas maneras de realizar la operación, por lo que se puede distinguir más de un tipo de mastoidectomía, los cuales cuentan cada uno con características distintas. La principal clasificación utiliza como criterio que tan profundo se realiza la extirpación, y distingue entre dos tipos, los cuales son:

• Mastoidectomía total: se le conoce con este nombre a la intervención quirúrgica en la cual se extirpan todas las celdillas mastoideas, hasta las que llegan a la punta de la mastoides. Esto generalmente se realiza porque la infección se ha propagado a lo largo de todas ellas, y se prefiere prevenir al eliminarlas a todas que mantener en el paciente el riesgo de padecer futuras complicaciones. En algunos casos se realiza en compañía de la timpanoplastía.
• Mastoidectomía parcial: cuando se realiza una operación de este estilo, su principal característica consiste en mantener algunas de las celdillas mastoideas intactas, debido a que no todas se han visto perjudicadas por la causa por la cual es necesaria realizar la operación, y el médico especialista puede tomar en consideración la extirpación de solo algunas celdillas, para mantener en sus funciones a otras.

Mastoidectomía radical

Una clasificación de la mastoidectomía que vale la pena mencionar y definir es la mastoidectomía radical, debido a que esta es un tipo especial de esta operación quirúrgica. Cuando se realiza este tipo de operación, por lo general la persona ha sido víctima de alguna infección crónica, como por ejemplo una otitis media crónica, que le ha afectado la gran mayoría de las estructuras del oído, comprometiendo de manera bastante grave a toda su estructura auditiva, y con ello, su capacidad de oír.

La principal diferencia de este tipo de mastoidectomía con los demás es que en este caso no solo se extirpan las celdillas mastoideas, sino que también son extirpados la membrana timpánica, el yunque, el martillo, el revestimiento mucoperióstico y la cuerda timpánica, debido a que todas estas estructuras fueron atacadas por la infección y si se mantienen en la estructura auditiva simplemente causarán la pérdida total y permanente de la audición de la persona.

En vista de la gran cantidad de estructuras que se deben extirpar al realizar este tipo de mastoidectomía y todas las consecuencias que esto podría generar, por lo general solo se realiza cuando las lesiones encontradas en el área auditiva son bastantes severas, y aún así el doctor debe primero analizar todas las opciones y los posibles escenarios antes de finalmente considerar esta como la opción más conveniente.

Si la operación es realizada de manera acorde, cuenta con resultados bastante exitosos, en los cuales la persona es capaz de mantener su audición a pesar de ya no contar con las mismas estructuras y elementos de antes. Esto ocasionará alguna disminución en la capacidad auditiva, pero no demasiado grave, y muchísimo más privilegiada que la que hubiera tenido la persona si no se le realizaba la operación o intervención quirúrgica.

De igual forma, es necesario que el cuidado que tenga la persona luego de esta operación con sus oídos sea sumamente estricto, ya que sino las consecuencias que se generarán pueden ser inclusos peores que aquellas derivadas de no haber realización la intervención.

Técnica de la intervención quirúrgica

Lo primero que se debe realizar cuando una persona es recetada con la intervención quirúrgica conocida como mastoidectomía es llevar a cabo una serie de pasos pre-operatorios que le permiten determinar al doctor que la persona se encuentra en las condiciones idóneas para ser sometida a esta operación y que no supondrá un riesgo intervenirla. Los pre-operatorios pueden variar de acuerdo a las características de cada persona, es decir, de acuerdo a su edad, peso, historial médico, entre otros factores intervinientes.

Una de las principales indicaciones que se da en todos los casos es la realización de exámenes médicos de sangre que le permitan determinar al doctor que todo  en el organismo de la persona se encuentra en orden, de manera que el individuo no vaya a correr ningún riesgo al momento de realizar la operación debido a que cuenta con alguna afección que le impide tener una buena coagulación de la sangre, por ejemplo.

Una vez que estos exámenes de sangre han sido realizados, el médico puede corroborar los resultados o compararlos con el historial médico de la persona, de manera que sea capaz de determinar con seguridad que todo se encuentra en orden. A esto se le suma la realización de una radiografía o una tomografía, para que el doctor tenga una visión preliminar del hueso que va a intervenir, y pueda visualizar en que estado se encuentra el área y cual sería la manera más conveniente de realizar la incisión necesaria.

Otra de las indicaciones que se les ofrecen a todos los pacientes es mantener una dieta balanceada durante las semanas previas a la operación, de manera que el organismo se encuentre en las mejores condiciones al momento de intervenirlo y realizar una incisión que generará obligatoriamente la pérdida de sangre. También se les prohíbe la ingesta de alcohol y el consumo de tabaco durante mínimo 3 semanas antes, de manera que los componentes dañinos de esto no se encuentren en el organismo al momento de realizar la operación.

Finalmente, al llegar el día de realizar la intervención quirúrgica, el procedimiento suele ser bastante sencillo. Por lo general se realiza en un quirófano en vez de en el consultorio de manera ambulatoria, pero esto no significa que la operación implique mayores riesgos. Primero se le coloca la anestesia a la persona, la cual en su mayoría es general, y una vez que se encuentra dormida se procede a realizar la operación.

El cirujano o médico especialista procede a realizar una pequeño incisión en la parte trasera de la oreja, por donde se ubican las celdillas en el hueso temporal, y una vez realizada la misma, evalúa la zona y empieza a realizar la extirpación de las celdillas mastoideas que van a ser removidas. Una vez finalizada la operación, cierra el área con puntos y cubre el lugar para la recuperación y curación de la zona, por lo general con alguna gasa o con algún material médico especializado.

Por lo general, no es requerido que el paciente se mantenga en la clínica luego de realizada la intervención quirúrgica, a menos que el médico así lo solicite debido a que considera que hay alguna irregularidad que debe ser monitoreada. En el caso contrario, la persona una vez despertada puede devolverse a su casa y descansar, para que la herida se le cure de la manera más rápida posible y no ocurra ningún accidente que ocasione que la misma se encuentre en peligro o traiga mayores consecuencias.

Por lo general, no se le colocan una gran cantidad de días de reposo a las personas que son sometidas a esta operación, sin embargo si se les recomienda cuidarse con suma delicadeza la herida y evitar el esfuerzo físico a sobremanera, de manera que la misma ouede sanar sin ningún incoveniente y sin que la misma se re-abra. También es de suma importancia que la persona asista a todas sus consultas médicas, para acelerar el proceso de curación.

Riesgos

Como toda intervención quirúrgica, la realización de una mastoidectomía cuenta con una serie de riesgos de la cual la persona debe estar consciente antes de someterse a la operación, debido a que en muchos casos es imposible evitar que estos riesgos se vuelvan una realidad, ya que se convierten en efectos secundarios. De esta manera, es importante que el médico le explique a el paciente todos los riesgos, y decidan entre los dos si vale la pena ser sometido a esta intervención quirúrgica.

De esta manera, alguno de los riesgos a los que está expuesto una persona cuando debe ser sometido a una mastoidectomía, por cualquiera de las razones que fueron mencionadas con anterioridad en este artículo, son los siguientes:

• El sentido del gusto sufre algunos cambios en la manera en la que percibe los sabores.
• Hipoacusia, lo cual se define como la pérdida parcial o total del sentido de la audición.
• Mareos, que pueden venir acompañados de vómitos en algunos casos.
• Infecciones diversas en el oído, las cuales a pesar de haber realizado la operación siguen apareciendo.
• Sensación de un ruido constante en el oído, como una especie de zumbido, conocido como tinnitus, (ver artículo: causas de tinnitus)
• Sensación de debilidad a nivel general en la cara.